CRÍTICA DE LIBROS

'Lo demás es aire', de Juan Gómez Bárcena: el libro de la vida y el libro de la muerte

El autor santanderino retrata minuciosamente a todos y cada uno de los habitantes de un pequeño pueblo para dotar al resultado de un hondo significado simbólico

El escritor santaderino Juan Gómez Bárcena, en los acantilado de Bolao, en Toñanes. / Iván Giménez- Seix Barral

Juan Gómez Bárcena (Santander, 1984) contó en 'Ni siquiera los muertos', el periplo personal de Juan de Toñanes desde el siglo XVI hasta la actualidad enmarcado en un territorio de una inmensidad sobrecogedora: la Nueva España. Ahora emprende la tarea inversa: reconstruir la historia de un pequeñísimo pueblo, Toñanes (“Treinta y dos casas, cuatro hoteles rurales, una iglesia, ningún bar. Un pueblo tan insignificante que a menudo se confunde con el último barrio de Cóbreces o con el primero de Oreña. Poco más de dos kilómetros cuadrados de extensión.”) en un arco temporal  que va desde la prehistoria hasta nuestros días pandémicos. Reconstruyendo histórica e imaginativamente la vida de todos y cada uno de los hombres y mujeres que habitaron el pueblo “más pequeño y más grande que el mundo entero” Gómez Bárcena convierte su ficción en “el libro de la vida y el libro de la muerte” por el que pasan fechas y personajes, vidas y muertes, sonidos y silencios, para configurar el mapa emocional del “niño de los dinosaurios”, epítome de la memoria perdida.