El comercio de Barcelona situado en las zonas céntricas o turísticas abrirá todos los domingos y festivos a partir del 15 de mayo y hasta el 15 de setiembre. El horario de apertura permitido irá de 12.00 horas a 20.00.
El Ayuntamiento de Barcelona acordó el pasado febrero con las principales asociaciones de comercio de la ciudad que las tiendas y comercios puedan abrir sus puertas los días festivos, pero sólo aquellos ubicados en la Zona de Gran Afluencia Turística (Zgat) y exclusivamente durante la temporada alta.
Los comercios situados en la Zgat podrán abrir todos los domingos empezando por este 15 de mayo y hasta el 15 de setiembre. Además de los días festivos que el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona decidieron para 2022-2023.
Para 2022, Barcelona cuenta con 10 festivos de apertura autorizada:
2 y 9 de enero
6 de junio
15 de agosto
26 de septiembre
4, 8, 11 y 18 de diciembre
En 2023 serán:
8 de enero
1 y 26 de noviembre
3, 6, 8, 10, 17, 24 y 31 de diciembre
Se compensará a los trabajadores con un sábado libre y los locales con menos de 300 metros cuadrados tendrán libertad de obertura.
Hasta 2025
Las zonas que podrán abrir las puertas de sus comercios durante los días nombrados y todos los domingos de temporada alta son las siguientes:
Ciutat Vella: El Raval, el Gòtic, Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera y La Barceloneta.
Eixample: La Nova Esquerra de l’Eixample, la Antiga Esquerra de l’Eixample, la Dreta del Eixample, la Sagrada Família, el Fort Pienc y Sant Antoni.
Sants-Montjuïc: Sants, Hostafrancs, Poble Sec y Font de la Guatlla.
Les Corts: Solo el barrio del mismo nombre.
Sarrià-Sant Gervasi: Sant Gervasi-Galvany, y parte de los barrios del Putxet i el Farró.
Gràcia: La Vila de Gràcia, parte de los barrios de La Salut, Gracia Nova i el Camp d’en Grassot, y Vallcarca i els Penitents.
Horta-Guinardó: Parte del Baix Guinardó.
Sant Martí: Vila Olímpica, el Poblenou y parte de El Parc i la Llacuna del Poblenou, Diagonal Mar y el Fòrum.
Nou Barris y Sant Andreu quedaron fuera del acuerdo.
El pacto tendrá vigor hasta el 31 de diciembre de 2025 y según ha apuntado Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de Barcelona, el acuerdo posibilitará "captar más consumo de los visitantes y mejorará el posicionamiento de Barcelona como destino de compras, lo que se traducirá en reactivación económica y ocupación".