Historia

Operación Castigo: el bombardeo que destrozó las presas de Hitler, bajo la lupa de Max Hastings

Efectos de las aguas en Talsperre tras el bombardeo de la presa de Möhne.

Unos 1.400 civiles, la mitad de ellos prisioneras francesas de los nazis y trabajadoras forzadas rusas y polacas, murieron durante la noche del 16 al 17 de mayo de 1943, cuando aviones británicos reventaron con unas revolucionarias bombas "rebotadoras" las dos grandes presas de Alemania, las del Möhne y el Eder, en el valle del Ruhr. Fueron las víctimas colaterales de la inmediata inundación bajo cientos de millones de toneladas de agua que causó la Operación Castigo, un éxito táctico, tecnológico y épico que aunque obligó a Hitler a desviar una gran cantidad de recursos destinados a los distintos frentes y logró paralizar la industria de la estratégica zona, no sirvió para acortar la guerra, como arengó antes del despegue el líder del Escuadrón 617 de bombarderos de la RAF, Guy Gibson, a sus 130 aviadores. La mayoría eran británicos, canadienses y australianos y poco más que adolescentes; de ellos, solo 77 volvieron vivos (y solo 32 sobrevivirían al conflicto).