Teatros y salas de concierto, entre la indignación y el fatalismo por las restricciones de aforo

La evidencia de que la cultura es segura no ha impedido que el Govern haya decidido reducir de nuevo los aforos de los recintos culturales al 70%. Las nuevas restricciones para frenar la sexta ola del covid-19 entrarán en vigor este viernes y Al sector, tanto el teatral como el de las salas de conciertos, le ha sorprendido, para mal, que no se optara primero por implantar el pasaporte covid en los teatros y auditorios. Al fin y al cabo, son lugares donde la gente va siempre con la mascarilla puesta todo el rato, hay gel hidroalohólico, entradas y salidas reguladas y sitios asignados. Isabel Vidal, presidenta de Adetca (Asociación de Empresas de Teatro de Catalunya), reclama la colaboracion de las administraciones para parar este nuevo golpe. "Estos 15 días son los de mayor recaudación. Esperamos que Cultura y otras administraciones nos ayuden. No nos esperábamos esta reducción de aforo porque en los teatros se están cumpliendo los protocolos de seguridad. Pero entendemos que la situación es complicadísima y la tendremos que pasar entre todos. ", ha señalado. Marina Marcos, portavoz de las salas de proximidad, ha expresado también su preocupación: "Es un golpe muy fuerte. Esperemos que la situación cambie lo más rápido posible y que el público no deje de acudir al teatro, como hasta ahora, porque no es un espacio de riesgo". Estos teatros de pequeñas dimensiones disponen de pocas entradas disponibles y generar beneficios es más complicado para ellos. Los números no salen. "Emocionalmente esto es muy duro y nos pilla cansados. Esto es agotador", confiesa Marcos. Tras una dura lucha, los teatros solo llevaban poco más de dos meses y medio abiertos al cien por cien de su capacidad. Fue el pasado 15 de octubre cuando el aforo recuperó la normalidad. ¿Cómo decidir quién viene y quién no? Este es el dilema que se plantean todos los teatros y de auditorios. En el Liceu, el Palau y el Auditori, tendrán que ponerse en contacto con los compradores y ofrecer alternativas, si es que las hay. La reducción de aforo, que entra en vigor a final de semana, afectará de lleno el espectáculo navideño de 'El Cascanueces' con música de Chaicovski interpretado por el Ballet del Théâtre du Capitol de Toulouse, previsto del 28 de este mes al 4 de enero. El Auditori no tenía mucha programación en estas fechas y su concierto de Año Nuevo con la Banda Municipal se retirará de la venta antes de alcanzar el 70%. En el Palau lo más complicado será recortar butacas en el tradicional Concert de Sant Esteve. A la espera de la "letra pequeña" El sector musical encaja el anuncio de las nuevas restricciones con una mezcla de fatalismo e indignación, si bien opta por esperar a la publicación del decreto en el DOGC, presumiblemente este jueves, para tomar decisiones sobre las programaciones de las próximas semanas. Las salas recuerdan que las olas pandémicas se han ido sucediendo con el ocio nocturno cerrado, y lamentan que aún así sigan siendo “las sospechosas habituales cada vez que empeoran los números”, apunta a este diario Lluís Torrents, codirector de Razzmatazz y gerente de la ASACC. Este invierno, con las giras internacionales muy menguadas, el volumen de conciertos pintaba por debajo de un año normal, pero Razzmatazz tiene en agenda, para las próximas dos semanas, conciertos como los de Skatalà, la ‘tribute band’ The Bon Scott Band o Lendakaris Muertos, mientras que en Apolo preveían acoger, entre otros, a Maria Jaume, Los Enemigos y ‘Minimúsica solidari’. Por ahora, las salas, en diálogo con los promotores, ni cancelan ni aplazan, y prefieren aguardar a que el decreto sea avalado por el TSJC y publicado, “con su letra pequeña”, indica Torrents. El gerente de la ASSAC añade que a veces el redactado del DOGC presenta cambios respecto a lo anunciado. El Festival Mil•lenni está a la expectativa, ya que cuenta con varios conciertos estos días: uno, el de Los Enemigos en Apolo (30 de diciembre), que se vería afectado de lleno por el cierre del ocio nocturno, y otros encuadrados en auditorios y teatros que deberían reducir el aforo del 100 al 70%, medida impracticable si ya se han vendido más entradas de las que permite el nuevo umbral (caso del de Rigoberta Bandini en el Palau, el día 29, con las entradas agotadas). Por su parte, la promotora The Project prevé conciertos en enero como los de India Martínez (Auditori del Fòrum, día 7) y Sergio Dalma (Liceu, 9), que se verían afectados por la reducción de aforos. Ese mes, el día 22, Barnasants deberá comenzar a andar, y el festival teme sobre todo por los recitales ubicados en salas encuadradas en el ocio nocturno, Luz de Gas y Harlem Jazz Club.

Teatros y salas de concierto, entre la indignación y el fatalismo por las restricciones de aforo

"Estos 15 días son los de mayor recaudación. Esperamos que Cultura y otras administraciones nos ayuden", ha señalado Isabel Vidal, presidenta de Adetca.

Las salas lamentan que sigan siendo “las sospechosas habituales cada vez que empeoran los números”

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