Periféricos y consumibles

Cinco años sin Leonard Cohen

Leonard Cohen, en una imagen promocional de ’You want it darker’

Ha muerto Leonard Cohen pero eso no se nota en el supermercado. La pegadiza melodía que quiere ser reclamo inunda los pasillos y huele a pan recién hecho con masa precocinada. La pescadera gorda sigue haciendo insinuaciones a los jubilados mientras trocea calamares –producto descongelado, no volver a congelar‒ y extrae con violencia los ojos a las merluzas con sus dedos artríticos. Pierden lustre y se ajan sin remedio los champiñones de la superficie de la caja de cartón con el nombre en letras capitulares de una cooperativa en franca expansión. Una niña mulata manosea las lentejas pardinas y los garbanzos de Fuentesaúco: sus manos de uñas mordidas revuelven la legumbre y el vaivén provoca un terremoto en algún lugar de la corteza terrestre que solo captan los sismógrafos más sensibles. Carne roja, caza, aves y casquería fina para hombres solitarios; se aferran a la cesta como a un clavo. Ardiendo.