EL LIBRO DE LA SEMANA

Crítica de 'Encrucijadas' de Jonathan Franzen: la familia en plano americano

Los grandes temas sociales del escritor estadounidense dan paso aquí a historias de gente corriente

El escritor norteamericano Jonathan Franzen. / EFE / Alexander Heinl

En un artículo publicado en 'The Guardian' hace 20 años, dedicado a examinar el estado de salud de la narrativa norteamericana justo después del atentado de las Torres Gemelas, el crítico James Wood hablaba de “realismo histérico” como uno de sus más febriles síntomas. En fin, novelas épicas con conciencia social como 'Las correcciones', que se publicó la misma semana del 11-S, se caracterizaban por “temer al silencio”. Era una curiosa manera de definir la literatura de Jonathan Franzen, que acababa de abandonar los palimpsestos de la posmodernidad para abrazar la posibilidad de firmar una Gran Novela Americana que fuera, a la vez, una epopeya familiar en registro Tolstoi -ya saben, todas las familias infelices se parecen- y un comentario político sobre una generación, un país y un signo de los tiempos. Ahora Franzen sigue renegando de sus inicios posmo, aunque la densidad de 'Encrucijadas', con sus tupidas subtramas, suturadas con hilo de oro a las identidades quebradas de los miembros de otra familia disfuncional, los Hildebrandt, es típicamente fosterwallaciana, sino fuera porque su estilo es fluido y accesible y, ahora sí, los grandes temas de 'Las correcciones' y 'Libertad' (el cambio climático, el nuevo puritanismo, la guerra cultural y de clases, etcétera) han sido sustituidos por historias de gente corriente y moliente del Medio Oeste que Franzen quiere convertir en la primera parte de una trilogía que sumará, especulamos, dos mil páginas de texto.

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