Periféricos y consumibles

Ficciones postoperatorias

Eres Jeff y estás en tu Greenwich Village suburbial, donde observas la muerte y la vida presentidas en cada familia que llega abrazada, en cada taxi que derrapa en la llegada, en cada ambulancia

Winnie the Pooh y Tigger bailando con unos voluntarios de la Cruz Roja mientras le dan la bienvenida al otoño / Javier García Rodríguez

El triple ventanal de la habitación de la cuarta planta favorece una temperatura cercana a la de la lava que generan los volcanes casi extinguidos pero a la espera de una oportunidad que los redima del olvido isleño. El calor es indiscreto como la ventana, y la cámara del móvil limita al oeste con la febrícula vespertina y al este con Calatrava y sus pretenciosidades. Eres Jeff y estás en tu Greenwich Village suburbial, donde observas la muerte y la vida presentidas en cada familia que llega abrazada, en cada taxi que derrapa en la llegada, en cada ambulancia alicatada hasta el pecho. El suspense es un gotero con morfina a la que le cambian el nombre por pudor o por decoro.