Hotel Cadogan

Mamá está enterrada en el jardín

  • Perla Ediciones recupera la fascinante y oscura ‘La casa de nuestra madre’, de Julian Gloag

  • La primera novela de McEwan parte del mismo detonante narrativo

Dirk Bogarde en ’A las nueve cada noche’ (1967) / EPC_EXTERNAS

En los últimos días del verano, mecidas en la brisa, las hortensias se pavonean de su azul intensísimo, espoleado el color por los clavos de hierro que nuestro jardinero les entremete en las raíces; a las de tonos rosados, en cambio, les sube el rubor añadiendo pimentón al agua de riego. Trucos del Viejo Yerbas, convencido también de que a los lirios les encant achupar cal…Y de tan lozanos como lucen en el jardín del hotel, no nos extrañaría en absoluto la presencia de uno o varios cadáveres nutricios en el subsuelo, sus huesitos mondos y fosforescentes mezclados en las honduras con la turba húmeda. Cada planta busca su alimento en lo oscuro, como nosotros, los moradores del Cadogan.