David Foster Wallace fue, en alguna etapa de su vida, obsesivo-compulsivo (con la escritura, con las mujeres, con la vida, con la muerte), genial (lo creyó de sí mismo, algunas veces), alcohólico, hiperhidrósico, drogadicto a varias bandas, profesor, novio, esposo, tenista, instructor de tenis, superdotado, ansioso-depresivo, fóbico, posesivo, violento, filósofo, novelista, enfermo mental, solitario, fumador, competitivo, exagerado, dependiente, misógino, guarda nocturno, inseguro, popular, religioso, insatisfecho, suicida, corruptor de menores (en estrictos términos legales: reconoció haberse acostado con menores), posmoderno, metaficcional, autoirónico… e unibus pluram / e pluribus unum.
Periféricos y consumibles
25 años de 'La broma infinita', de David Foster Wallace
El escritor escribió como vivió: en el exceso
David Foster Wallace.
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