Raffaella Carrà, una mujer en el armario

 Ganaremos mañana a Italia en las semifinales de la Eurocopa. Y yo me acordaré de Rafaella y quizá de mi infancia setentera, tan gris

Rafaela Carra, en una actuación televisiva / El Periódico

Llegábamos a un mundo nuevo que comenzaba a ser una fiesta, qué fantástica, fantástica esta fiesta. El pasado reciente y el presente continuo eran todavía tan grises como la policía armada. Después vendrían esos de marrón de qué carrera de las manifestaciones estudiantiles con el cojo Manteca y esos de azul que en nada se parecían a los 'blues' de Hill Street. El mundo que creíamos nuevo era de plexiglás rojo y tinte rubio platino en el que algunos, los más afortunados, se iban al sur para hacer bien el amor con algunas a las que les explotaba repetidamente el corazón. Y viceversa. Qué simple era todo: bastaba saber que en el amor todo es empezar. Aunque es posible que todo esto sean solo rumore, rumore.