El fotógrafo Ferran Freixa ha fallecido este domingo a los 71 años de edad. Con una vasta obra, que ha sido recogida tanto en exposiciones como en las propias colecciones del MNAC, el IVAM, el Museo Reina Sofia y la Biblioteca Nacional de Francia, Freixa destacó, sobre todo, por sus imágenes de interiores y de proyectos de arquitectura, así como una vía más intimista sobre objetos cotidianos a los que, mediante la aplicación de luz tenue, ubicaba en otros tiempos. De su fracción arquitectónica destaca el reportaje realizado con los restos del Liceu, tras su aparatoso incendio, en 1994.

Con todo, el gran tema que unía sus varias aproximaciones fue el tiempo. O, en concreto, el paso de este, fenómeno del que él mismo había confesado estar fascinado. Por esta razón, y armado con una cámara de medio formato y trípode, buscó dar a los espacios una evocación de épocas pasadas. Por ejemplo, en una serie de imágenes sobre los comercios de Barcelona, en 1979.

Nacido en 1950, Freixa inició su actividad artística con estudios de dibujo y pintura en 1965. En 1969 entra en el mundo de la fotografía y el diseño gráfico de forma autodidacta y empieza a trabajar en los campos de la moda, la industria y la publicidad. Es en 1978 cuando se adentra en la fotografía de arquitectura e interiorismo, colaborando con los mejores profesionales y difundiendo su obra en publicaciones nacionales e internacionales.