Los festivales de música tratarán de levantar cabeza este verano tras un aciago 2020 en el que la pandemia de coronavirus se los llevó prácticamente a todos por delante. Hubo alguno que resistió, sí, pero de aquella manera y en formato XXS. Algunos ni si quiera han cogido suficiente pulmón como para intentarlo esta temporada y se reservan para la siguiente, pero otros se han lanzado a la piscina e incluso lo probarán con un formato similar a los tiempos de antes del covid. Sea como fuere, el panorama no tiene nada que ver con el del año pasado: una variada oferta demuestra que empieza a verse la luz al final del túnel.