Peripecia del arte jondo

Cómo el flamenco conquistó Japón: pasión, necesidad y timo

  • El libro ‘Un tablao en otro mundo’, de David López Canales, explica los orígenes y las razones de la fascinación del público japonés por el flamenco desde los años 60

  • El ensayo es un relato vivaz con testimonios como Pepe Habichuela, Cristina Hoyos o la bailaora Yoko Komatsubara

El guitarrista Emilio Maya (abajo), con varias bailaoras japonesas.  / ALIANZA

De Tokio “asustaba todo”: la rotulación jeroglífica, las puertas automáticas del metro, las anguilas que nadaban en los barriles de las pescaderías… Pero su arte flamenco tocó hueso en aquel público japonés sensible al gesto ancestral y a la severidad trágica. Guitarristas, bailaores y cantaores, de Pepe Habichuela a Cristina Hoyos o Paco de Lucía, encontraron en la otra punta del mundo un auditorio fascinado y una desorbitada fuente de ingresos: durante muchos años, hacer temporada en Japón equivalió a poder comprarte una casa a la vuelta pagando al contado.