Un merecido primer resacón de cine

De buena manaña para ellos, pero a la hora en la que un inglés ya pide los postres, a Gerard Vidal e Ignasi Àvila les pesa aún una celebración que empezó a primera hora de la tarde del domingo. "Seguro que empiezas diciendo que los dos nos hemos pedido un Aquarius", ríen. Buena. Es lunes y anoche recibieron el premio especial del público de los Gaudí por su película 'Les dues nits d'ahir', creada por los citados anteriormente junto a Pau Cruanyes y Eudald Valdi. Al primero de estos últimos el despertador le recordó que, en efecto, es lunes. El segundo seguramente empiece la semana en martes. El despertador tiene la patada bien merecida. 'Les dues nits d'ahir' es la ópera prima de estos cuatro jóvenes barceloneses, todos ellos nacidos en 1995 y que a diferentes niveles están metiendo la patita en el audiovisual. Una obra que fue creciendo desde que se la plantearan como proyecto final del grado de Comunicación Audiovisual en la Universitat Pompeu Fabra. Una película delicada de presupuesto ínfimo, pero con voluntad (desde 2017 que le dedican varios días a la semana), ambición y talento de sobras. Con una campaña de micromecenazgo lograron unos 10 mil euros, a los que añadieron dinero de su bolsillo. Nadie ha visto un duro y la lista de favores que deben es larga. ¿Infraestructura? "Todo muy punky", dice Àvila. Pero ahí es nada. Ha valido la pena. Y una suerte para el cine catalán, pobre en recursos pero rico en cosas que son poco menos que milagros. Los Gaudí les reconocieron el trabajo también con una nominación a mejor película en catalán. "Creo que ayer nos veían como niños pequeños por ahí liándola", comentan, entre risas, Vidal y Àvila sobre su presencia en la gala. A los Gaudí llegaban como 'outsiders' pero ya habiendo sido reconocidos por la sección Zonazine del festival de Málaga con dos galardones: Biznaga de Plata a la mejor dirección y al mejor actor. Era la primera película de todo el equipo. "Sabíamos que queríamos trabajar con gente que quisiera hacer esta peli, con confianza", expone Vidal. Para ello han ido picando a la puerta de amigos. O conocidos, como los tres actores protagonistas (Arnau Comas, Judit Cortina, Oriol Llobet), quienes tejen en el filme una complicidad contagiosa. "La peli es una montaña rusa de emociones. Queríamos momentos de drama y de euforia" Gerard Vidal Esta 'road-movie' película trata sobre la muerte prematura de un amigo, el duelo, a través de un viaje hacia ninguna parte de tres colegas iniciado para esparcir las cenizas del fallecido. Una idea basada en sentimientos reales y experiencias propias: la muerte súbita de un amigo de infancia de uno de ellos. "Nos gustaba la idea de visibilizar estas cosas, porque no se nos educa con que estas cosas pueden pasar", cuentan. El filme es un viaje que se acerca al delirio conducido por personajes llenos de confusión. "La película retrata el momento antes de que te des cuentas de lo que ha pasado", comenta Vidal, encargado de la banda sonora con su alias musical (The Bird Yellow) y director junto a Cruanyes de la cinta. "Es una montaña rusa de emociones, personajes que han sido sacudidos. Queríamos momentos de drama y de euforia. Se les puede ir la olla, ser hijos de puta, incluso, pero no están en un momento de preocuparse por esto", añade. El filme llegó a las salas de cine hace 10 días y, por el momento, desconocen qué destino le espera. Tampoc a ellos, aunque ya trabajan en nuevos proyectos, seguro que talentosos, y ojalá que punkis pero también con infraestructura.

Un merecido primer resacón de cine

'Les dues nits d'ahir', filme que empezó como el proyecto final de carrera de cuatro jóvenes barceloneses, se lleva el premio del público de los Gaudí

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