"Nos estamos encontrando en un momento financieramente hablando muy delicado. La sala Razzmatazz y otras salas de Barcelona y Catalunya podrían desaparecer", avisa sin medias tintas Daniel Faidella, propietario de uno de los locales más emblemáticos del ocio nocturno de la capital catalana. Nueve meses cerrados debido a las restricciones derivadas de la pandemia del covid han dejado tiritando las arcas de este tipo de establecimiento, como relata Faidella en el vídeo que acompaña este texto.
El propietario de Razzmatazz recuerda que en el local trabajan unas 150 personas, "de las que el 82% están al 100% del erte", y defiende con todo el énfasis que "las salas de ocio nocturno también son cultura". Por esa razón, lamenta la falta de apoyos que según él han recibido por parte de la Administración y advierte de que el riesgo de desaparición en este tipo de locales es muy real.
Alarma en la cultura: el covid pone en peligro la sala Razzmatazz. /