Crítica de música

Sílvia Pérez Cruz tejió su telaraña letal en el Palau

Concierto de Silvia Pérez Cruz en el Palau de la Música. / JULIO CARBÓ

Hemos podido ver a Sílvia Pérez Cruz en muchos formatos distintos (voz y contrabajo, con un pianista, arropada por un grupo de cuerda u otras muchas variantes), pero el recital en solitario ofrece un encuadre que desborda todo lo observado hasta ahora. No es ya la Sílvia vocalista vertiginosa, ni la figura de escenario que juega con ser diva de proximidad, sino algo más integral y revelador: la música concienzuda, creadora de arte intrépido con cada inflexión y cada gesto, sirviéndose de un sencillo ‘set’ de guitarras, órgano y percusión.