Periféricos y consumibles

Los (cuatro) detectives salvajes

’Los cuatro detectives’ de Pepe Da Rosa.

Pepe Da-Rosa tuvo su propia línea de producto musical a mediados de los setenta. En los singles y casetes que comercializaba RCA por los Simagos y las gasolineras del cabo de Gata al de Finisterre, don José Da-Rosa Villegas (de estirpe conceptista, por lo tanto) ofrecía sus cosas y casos en verso, 'Las cosas de Pepe Da-Rosa', numeradas al ritmo de la actualidad. Tenía una franquicia. Como ahora 'Fast and furious', vamos. Cantó al aparcamiento, a los trasplantes, a los desplantes del Tenorio, a los plazos y a las letras por pagar, a las secretarias y a los modismos de la lengua. Eran muy variados los intereses del poeta Da-Rosa (es una rosa es una rosa). Todo lo ponía en verso: un canto al langostino, una declaración de amor, el fútbol romano, el elefante al ajillo (sí, el elefante), las bacanales (sí, las bacanales), los lagartos de 'V', la cuestecita de enero, el cotilleo femenino o el talón de Aquiles. Con sus sevillanas, sus tanguillos de Cádiz y sus fandangos de Huelva.