La última vez que Brad Mehldau se sentó al piano en un auditorio fue el pasado jueves, en el legendario Concertgebouw de Amsterdam. La platea estaba vacía. En su breve recital los únicos testigos eran las cámaras de la sala, que documentaba el concierto en su canal de Youtube. Pero ya es más de lo que han podido hacer muchos compatriotas de Mehldau. Casado con la cantante holandesa Fleurine Verloop, el pianista vive desde hace tres años en Holanda y es uno de los pocos músicos norteamericanos que han podido girar por Europa durante la pandemia. “En esta gira he sentido un agradecimiento mayor por la oportunidad de vivir un concierto. Para mí, un concierto siempre es intercambio, no un monólogo. El público me devuelve algo que es vital para la música que hago. Y desde el Covid-19 aun estoy más convencido de ello”, dice el pianista desde Amsterdam.
FESTIVAL DE JAZZ DE BARCELONA
El baño de realidad de Brad Mehldau
El pianista, que debía haber actuado el 4 de noviembre, presentará finalmente en enero un disco inspirado en la pandemia
El pianista norteamericano Brad Mehldau /
Lo más visto
- El aviso de la Policía Nacional para los robos en las viviendas: "Si los ves, no toques nada"
- Comprobar si mi número de La Grossa de Sant Jordi 2024 tiene premio
- Un juzgado de Barcelona concede una incapacidad absoluta a una vendedora con fibromialgia y agorafobia
- Alerta de la Policía Nacional sobre una estafa que puede afecta a miles de personas
- El mensaje que manda Hacienda tras devolver el dinero de la renta