SELECTO AMBIGÚ

La risa como terapia

El director Cesc Gay encara el otoño con un doblete sobre el polvorín de las relaciones: la película 'Sentimental', con Javier Cámara, y la pieza teatral '53 diumenges', con Pere Arquillué

El director y dramaturgo Cesc Gay, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Si vivir del arte ya supone de por sí un vértigo de funambulista, el maldito virus ha impuesto en el sector de la cultura la filosofía de apretar la mandíbula sin más expectativa que el día a día. En este otoño raruno, la casualidad ha querido que a Cesc Gay le coincidan dos estrenos: el de la película 'Sentimental' (con Javier Cámara, el 30 de octubre) y el de la obra de teatro '53 diumenges' (con Pere Arquillué, el 28 de noviembre, en el festival Temporada Alta de Girona). El director y dramaturgo afronta el doblete con ilusión, como debe ser, y reconoce que, aun estando el ambiente como está, el hecho de que la industria norteamericana haya congelado sus estrenos deja, al menos en el caso del cine, cierto margen de maniobra, un espacio de desahogo para que los filmes no sean flor de un día.