CITA CULTURAL

Festival Terrer: tozudo, sensible y fértil como el Priorat

Contra viento y pandemia, la muestra musical ha sembrado actuaciones abruptas y fascinantes en bodegas, teatros y monasterios de la comarca

Concierto de Carles Viarnès en el festival Terrer / JOAN REVILLAS

Hay festivales rutina y festivales aventura. Y la aventura del festival Terrer empezó el viernes con una decena de vehículos dando marcha atrás por una pista de tierra que moría en una riera. Los GPS habían dado instrucciones equivocadas y los móviles no tenían cobertura. Era noche cerrada y solo la ayuda de una vecina que paseaba los perros por allí recondujo el rebaño de coches extraviados hasta Mas de Sant Marcell. Unos inversores compraron en 1998 esta masía del siglo XII con intención de montar una bodega. Una década después, con la crisis, la finca volvió a quedar abandonada. Uno de los inversores era Joan Manuel Serrat y el plan implicaba construir un hotel de lujo con dos helipuertos.

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