PAISAJES CON MÚSICA Y LETRA (1)

Caetano Veloso, flechazo en el Empordà

El cantautor brasileño se enamoró de la Costa Brava en el verano de 1970, donde fue reclamado por el cineasta Glauber Rocha, estancia en la que hizo amistad con Serrat, Pi de la Serra y Pau Riba

Caetano Veloso en el Festival Castell de Peralada, en el 2006. / EFE / MIGUEL GONZÁLEZ

Hace 50 años, Caetano Veloso y Gilberto Gil habían sido invitados por la Policía Federal brasileña a esfumarse de su país, por ‘tropicalistas’ y mala gente, y depositados en un avión con destino a Lisboa. De ahí, volaron a París, y por fin, a Londres, donde se quedaron tres años respirando cultura pop sin filtros y viendo tocar a Jimi Hendrix, Led Zeppelin y la Incredible String Band. Fue entonces cuando, huyendo de una dictadura, fueron a parar a otra, la española, aunque es posible que las asperezas del franquismo, mientras daban despacho a una dorada a la sal en la Bahía de Roses, fueran un poco más llevaderas que la vida en las cárceles del Brasil, donde habían dado con sus huesos durante unos meses.