'Banana split' resume en su introducción el tipo de película que podría haber sido: un romance de instituto entre chico y chica, con sus altos y bajos. Después, Hannah Marks (también coguionista del filme) se mete en otra clase de romance; esa amistad intensa que tan solo puede darse entre dos chicas adolescentes. A su atolondrado personaje, April, le encanta odiar a Clara (Liana Liberato), la nueva novia de su ex Nick (Dylan Sprouse), pero la conoce en una fiesta y descubre que podría ser su Mejor Amiga Definitiva, aunque esta ni se plantee por un momento renunciar a su novio.

Todo lo más divertido de 'Banana split' sucede durante la forja de esa amistad y el intento de las heroínas de mantenerla al margen de las sospechas del obtuso guaperas que las une. Debutante en el largo, Benjamin Kasulke (director de fotografía de Lynn Shelton) enmarca relaciones offline u online en composiciones atractivas y las pinta con los colores más vivos. Por desgracia, en el tercer acto, con la llegada de cierta crisis, el interés se desinfla un poco. Queda, sea como sea, una estimable aportación al género de la 'teen movie' y, más en concreto, a ese subgénero tan en auge de 'las amigas antes que cualquier chico'.