La rocambola es una planta que se utiliza como condimento gastronómico. Pero también viene del francés, de Rocambole, héroe de folletín aventurero que daría pie al concepto de rocambolesco. Y de eso tiene mucho la ópera prima de Juanra Fernández, una especie de 'thriller' ubicado en una casa rural a la que llega un joven ladronzuelo para toparse con un singular personaje.

Lo rocambolesco asume como normal lo inverosímil. El guion de 'Rocambola' da unas cuantas vueltas concéntricas hasta llegar a una pirueta final. Personajes que no son lo que aparentan ser. Apariciones y desapariciones. Giros de guion. El juego del gato y el ratón, pero con seres humanos. Un 'Macguffin'. El reparto cumple: prestaciones entre la violencia airada, la maldad, la ingenuidad, el miedo y la justa exageración.

Al filme le sobrepasan en varios momentos sus estrategias demasiado evidentes de guion. Sorprender al espectador con quiebros y requiebros esperados. Pero posee una cierta atmósfera –sobre todo en los primeros 10 minutos, ese largo paseo del ladrón por las estancias de la casa en apariencia abandonada–, y que el protagonista se llame Dante nos lleva hasta los distintos cantos de 'La divina comedia'.