Hotel Cadogan 23

Mi caro roedor literario

Turner reedita con material inédito 'Miquiño mío', el epistolario que Emilia Pardo Bazán escribió a su amante Galdós durante tres décadas

Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán.

Nos fascinan tanto los amantes, sus escarceos, las citas secretas, el quebrantamiento de lo establecido, que en cuanto una pareja atraviesa la puerta del hotel, desplegamos un protocolo sabiamente perfeccionado en la discreción. Los acomodamos en la única alcoba del ‘penthouse’ —no llega el ascensor, sino una escalerilla de caoba—, una habitación clara, todo lo luminosa que en Londres cabe, con una cama de dos metros, vestida con sábanas de lino holandés y almohadones de seda.‘Champagne rosé’ siempre a mano, fresas de Wimbledon con nata y otras cursiladas, así como un servicio de habitaciones ininterrumpido y caprichoso, desde toallas limpias hasta huevos fritos intempestivos. El amor da mucha hambre pero, aun así, los huéspedes que anoche se instalaron en el dormitorio tórtolo no han bajado todavía a almorzar. Se trata de una dama regordeta con frufrú de tules y de un señor bigotudo, con cierto desaliño bohemio.