A las características esenciales de las animaciones japonesas centradas en adolescentes, en este caso una niña con padres separados y problemas para relacionarse en la escuela de verano, 'Los niños del mar' añade elementos fantásticos más cercanos a la poesía (en este caso submarina) que al misterio o la aventura. El filme tiene una paleta de colores, movimientos y expresividad de los personajes excelente, algo habitual en el anime contemporáneo, y todo ello está al servicio de una bella historia de diferencia e integración. El director se explaya en las escenas en el acuario, convertido en epicentro de las mil y una maravillas.