"Intentaremos que este divorcio termine en un 50/50", se dice al final de 'Historia de un matrimonio'. Así debería haber sido también el tratamiento masculino y femenino dentro de la película de Noah Baumbach, un 50/50, pero el director se siente más cómodo refugiándose en las penurias del protagonista que nacen de su egoísmo y que lo sumergen en una espiral autocompasiva y sugerir lo injustas que son las mujeres que deciden tomar el rumbo de sus propias vidas. Por lo demás, ‘Historia de un matrimonio’ sería una especie de 'Kramer contra Kramer' contemporáneo con dos buenas intérpretes cuyo valor es lo único que se acerca a la paridad en esta película.