CRÓNICA

Chick Corea, corazón latino

El pianista se mostró infalible, a sus 78 años, durante el concierto del domingo en el Teatre Grec

Chick Corea, durante su concierto en el Teatre Grec.  / JORDI COTRINA

¿Cómo acaba un concierto de Chick Corea? Pues siempre igual. Cuando parece que ya no hay más, Corea amaga unas notas del 'Concierto de Aranjuez' y suelta la pegadiza 'Spain'. Su bomba latina particular. Ese 'hit' medio flamenco, medio carioca, medio vete-a-saber-en-qué-pensaba-Corea cuando lo escribió. En sus manos, tan infalibles como siempre a sus 78 años, los ritmos y colores latinos se mezclan en un revoltillo que al final suena solamente a él. 

El domingo en el Teatre Grec volvió a cerrar el concierto con 'Spain', pero esta vez la elección tenía más sentido que nunca. Presentaba My Spanish Heart Band, quizás la formación con más enjundia de las muchas -muchísimas: viene cada dos por tres- que ha presentado en la ciudad. Venía a rendir cuentas de su amor por lo latino, y para eso se trajo a lo mejor de cada barrio. Jorge Pardo a la flauta y el saxo, Niño Josele a la guitarra y el notable bailaor Nino de los Reyes para el flanco flamenco, junto a una rítmica arrolladora y dos vientos más que sonaban como la Fania All Stars al completo. 

Con Paco de Lucía presente en el repertorio y en el recuerdo, empezaron por Stravinsky pero fueron pronto a América Latina y luego a lo ibérico vía clásicos de Corea y el 'Zyryab' del De Lucía. Los flamencos, especialmente un Pardo estelar, le pusieron el vacile, el “¿y si?”, el misterio que siempre falta en los conciertos de un músico inapelable y portentoso, sí, pero que nunca parece al borde de nada. El domingo en el Grec sus compañeros le empujaron un poco más allá, y se agradeció un poco de vértigo.