Rachel, Monica, Phoebe, Joey, Chandler y Ross. Si estos seis nombres no nos dicen nada, casi no hace falta seguir leyendo… Otra pista: ♫I’ll be there for you (When the rain starts to pour) ♫. Sí, es la canción de Friends, una de las series más populares de los años 90, que se mantuvo durante 10 temporadas y cuyas continuas reemisiones han provocado que sus fans crezcan sin parar. Y ahora tienen la oportunidad de sentirse como un personaje más en sus escenarios por medio de la experiencia FriendsFest de su debut en la pequeña pantalla que, un cuarto de siglo después, ya no es tan pequeña.

Para empezar es conveniente reservar hora (hay turnos de entrada cada 15 minutos) para no encontrarse con colas interminables. Y tener en cuenta que el espacio está situado en una carpa al norte del Poble Espanyol, algo alejada de la entrada principal. Allí participaremos en el tour guiado donde tras pasar bajo una cortina negra, un chico nos dará la bienvenida. Para entrar en situación, nos proyectan en una pantalla un Detrás de las cámarasmientras suena, ¡cómo no! la canción principal de Los Rembrandts. Antes de que entremos en el primer escenario nos advierten que se puede tocar todo (pero no podemos llevarnos nada) y que algunas puertas no se pueden abrir. Se intuyen los nervios en el grupo ante la emoción de lo que van a ver.

Del bar al apartamento de Monica

En primer lugar entraremos en el Central Perk, el bar que frecuentaban los personajes. Nos explicarán algunas curiosidades del local mientras una chica nos anima a cantar con ella el tema Smelly Cats. Los seguidores más acérrimos no necesitan mayores explicaciones y no tardan en acompañarla… Allí veremos los sofás, la pizarra, las alfombras, las mesas y la barra con pasteles, galletas y pastas (son falsas, no podemos probarlas). Y también muchas tazas, platos y otros utensilios que podemos usar para posar con ellos porque aquí de lo que se trata es de hacerse fotos para presumir delante de los amigos. Para acabar nos hacen salir a todos de allí por si alguien quiere tener una imagen del escenario vacío.

Una vez finaliza nuestra primera visita pasamos al segundo plató, donde se recrea el apartamento de Monica. También allí nos comentarán detalles curiosos. No falta ni un detalle: el poster de Jouets, la cocina, el libro de recetas, el microondas, la nevera con fotos Polaroid de los personajes (se puede abrir), sofás, mesas, la televisión (que ahora se ve bastante antigua, como el teléfono), un bloc de notas, diarios, flores, lámparas y, al fondo, un sofá tras el cual se encuentra la ventana desde la que se ve la típica escalera de incendios neoyorquina. Y un reto, a ver quién encuentra la pizarra mágica Tele Sketch...

Posar en la cabecera o en la capilla nupcial

El tercer espacio está dividido en dos. A la izquierda se reproduce una fuente y podemos posar junto al sillón con unos paraguas de colores, igualito igualito que si estuviéramos en la cabecera de la serie. Si nos atrevemos a invitar a desconocidos podemos formar un grupo de seis, tres chicas y tres chicos, y emular a los protagonistas en posturas divertidas mientras suena la canción principal.

Justo enfrente podemos casarnos… sí, sí… o al menos aparentarlo en una capilla nupcial de las Vegas que recuerda a la que acogió la boda accidental de Rachel y Ross. Para hacerlo más creíble podremos ponernos el vestido de novia o la chaqueta con sus respectivos complementos como ramo, pajarita, sombrero, etcétera y, antes de posar, mirarnos en un espejo para comprobar si estamos tan guapos como para hacernos la foto o necesitamos algún retoque más.

Una zona de picnic con sorpresas

Para completar la visita, podemos pasar un rato en la zona de recreo (intentemos evitar los días de lluvia o no la podremos disfrutar). Allí se encuentra la parte frontal en cartón de un taxi como el que conducía Phoebe donde te hacen una foto Polaroid para que te la lleves a casa; un escenario para reproducir la ceremonia de graduación de Monica y Rachel bajo el cartel “Clase del 88” o un futbolín para rememorar las partidas entre los amigos. También encontraremos unas mesitas de picnic para descansar mientras podemos comer los productos de dos food trucks que, en honor a los platos favoritos de los personajes, ofrecen pizzas y sándwiches.

Quizás se echa a faltar que unos actores recreen algunas de las escenas más famosas o que se propongan algunas atracciones diferentes más allá de hacer una foto tras otra. También el precio (casi 20 euros) resulta un poco elevado para una visita que dura poco más de media hora (más lo que estemos en el espacio al aire libre). Pero eso son detalles sin importancia para los amigos de Friends que “estarán allí por ti (cuando la lluvia empiece a caer)”.