Hay películas cuya importancia va más allá de las propias imágenes. Incluso pueden llegar a convertirse en piezas decisivas para la evolución histórica de un país. Es lo que ocurrió con 'El crimen de Cuenca', de Pilar Miró, película secuestrada por las autoridades militares y que ha terminado convirtiéndose en símbolo de la Transición. Víctor Matellano la recupera 40 años después para seguir reflexionando en torno a la censura y la represión. La figura de El Cepa, que interpretó Guillermo Montesinos, sirve para vehicular un documental que rememora la memoria convulsa de una época crucial para el asentamiento de la democracia española.