CRÓNICA

Glenn Hughes, recreación con alma en Apolo

El cantante y bajista revivió sus páginas doradas en Deep Purple con un intenso concierto en el que se mostró en excelente forma

Glenn Hughes, en el concierto que ofreció en la Sala Apolo / FRANK VINCENT

Aunque en sus conciertos siempre ha incluido canciones de Deep Purple, Glenn Hughes no es un artista de ‘revival’, puesto que desde los 90, cuando superó sus viejas adicciones, ha publicado una veintena de discos ya sea a su nombre o en proyectos compartidos. Por eso ha causado revuelo entre los fans esta gira dedicada al repertorio de su antigua banda, una concienzuda inmersión en el universo púrpura del período 1973-76 beneficiada por su excelente forma vocal, como pudimos comprobar este lunes en un repleto Apolo.

La entrada en tromba de ‘Stormbringer’ nos trasladó de un plumazo al clásico ‘Made in Europe’, con su dinámica arrolladora y las notas de sintetizador calcadas a las de Jon Lord. Sí, Hughes reprodujo moldes, pero basándose más en los directos que en las tomas de estudio y dejando margen para la improvisación. Luciendo sus milenarios tonos altísimos (‘Might just take your life’), recreando las influyentes tramas ‘funky’ (‘Sail away’) y haciendo del ‘groove’ de ‘You fool no one’ un fornido contenedor abierto al guiño a ‘The mule’ y ‘High ball shooter’, al ‘Blues’ de Ritchie Blackmore (de suplir al ‘guitar hero’ se encargó con dignidad el danés Soren Andersen) y al solo de batería con reminiscencias de Ian Paice.

Salvado por el rock

Evocación del pasado con alma, modulando el tono como la banda sabía hacer hacer en su época: de la mística de ‘You keep on moving’ al más explícito toque de funk, el de ‘Gettin’ tighter’, canción que Hughes dedicó al malogrado Tommy Bolin alzando la cabeza hacia el cielo. La vieja estrella del rock se puso espiritual en el tramo final (“la música me salvó la vida”), cerrando los ojos y llenando ‘Mistreated’ de hondas inflexiones soul y colando, como en los viejos tiempos, un sentido pedazo de ‘Georgia on my mind’ en la repesca de ‘Smoke on the water’. Y prendió luego la mecha con un ‘Burn’ que dejó la sala temblando tras hora y media de homenaje a la música de una era.