La magia del Mag Lari guiará esta noche la gala de los 11º Premis Gaudí, que contará con el mayor número de candidatas femeninas de la historia. Competirán 36 producciones en 22 categorías.
Empatados con nueve nominaciones parten tres filmes como favoritos: 'Entre dos aguas', de Isaki Lacuesta, 'Viaje al cuarto de una madre', de Celia Rico, y 'El fotógrafo de Mathausen', de Mar Targarona. No muy lejos les siguen 'Petra', de Jaime Rosales, con ocho, y 'Les distàncies', de Elena Trapé, con siete.
Las mujeres han ido ganando terreno en las últimas ediciones. El año pasado rozaron el 40% de nominaciones y coparon la mitad del palmarés. La sociedad está cambiando y también el cine. Este año la Acadèmia del Cinema Català ha reconocido todavía más el talento femenino en el cine. Las nominadas este año rozan casi la mitad de las candidaturas. Espacios hasta ahora dominados por hombres como fotografía, efectos visuales, montaje o sonido también cuentan con mayor presencia de especialistas femeninas.
En la competición por el premio a mejor actriz, rivalizan este año Alexandra Jiménez ('Les distàncies'), Bárbara Lennie ('Petra'), Carme Elías ('Quién te cantará') y Lola Dueñas ('Viaje al cuarto de una madre'). Y en la de mejor actor, Àlex Brendemühl (Petra), Israel Gómez Romero (Entre dos aguas), Mario Casas (El fotógrafo de Mauthausen) y Sergi López (La vida lliure).
Más de 1.600 invitados acudirán a la gala de la Acadèmia del Cinema Català. Entre los representantes políticos destaca la presencia anunciada del ministro de Cultura, José Guirao –el primero en la historia de la fiesta del cine catalán–, el 'president' de la Generalitat, Quim Torra, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la 'consellera' de Cultura, Laura Borràs, y el presidente del Parlament, Roger Torrent. También acudirá Beatriz Navas, directora del ICAA, el instituto estatal encargado de la regulación del cine en España.
Gala dirigida por Lluís Danés
Lluís Danés, director de la gala por tercer año consecutivo, ha querido contar con el Mag Lari porque la magia será el hilo conductor en una velada que tendrá un tono reivindicativo y lanzará un alegato a favor de la libertad de expresión. En esta ocasión la escenografía estará llena de espejos. La idea, según Danés, es «ponernos a nosotros mismos, como industria y como país, ante un espejo y poder explicar el punto en el que nos encontramos».