Era el año 2011. La BBC emitió un documental sobre el caso de un muchacho que tuvo una repercusión inesperada. Se titulaba Jamie: Drag Queen at 16. Este sería el inesperado origen de uno de los musicales más populares y prestigiosos de los que se estrenaron el 2017 en el West End londinense: Everybody’s talking about Jamie. Sorprendió al público y la crítica por su frescura, espontaneidad y valentía al tratar temas poco habituales, fue comparado con Billy Elliot y podría haber sido el gran vencedor de la temporada si no se hubiera enfrentado con Hamilton, el musical que arrasó en todas las entregas de premios y que se ha convertido en todo un fenómeno. Esta noche podemos ver la filmación de este montaje en unos cuantos cines, en versión original con subtítulos.

La trama se centra en un joven cuyo sueño consiste en asistir al baile de graduación vestido de drag queen Su mejor amiga, una musulmana llamada Pritti le apoya, al igual que su madre que, al mismo tiempo, le esconde que su padre (del que está separada) se avergüenza de él. Su deseo está más cerca de realizarse tras conocer a la legendaria Loco Chanelle y sus compañeras, pero aún deberá vencer muchos inconvenientes para conseguirlo. Es un canto a la tolerancia y con mensaje integrador sobre un chico que vive en la oscura Sheefield, que define como una ciudad en blanco y negro mientras que él es “technicolor”.

Un número inicial contagioso 

El escenario está ocupado por una serie de paneles tras los cuales podemos vislumbrar las siluetas de los músicos, pero que también pueden hacer las veces de pantalla para ampliar algún detalle. El mobiliario va cambiando movido por los propios actores mientras parpadean unas luces en el techo y los laterales. El primer número ya es toda una declaración de intenciones: And you don’t even know it. La maestra pregunta a sus once alumnos (de diferentes razas y religiones) qué quieren ser en el futuro. Los pupitres se convierten en una tarima sobre la que bailan una divertida coreografía en la que emplean diversos estilos mientras Jamie canta. Un inicio repleto de energía y ritmo.

En la siguiente escena, su madre y su compañera, Ray, celebran el 16 cumpleaños de Jamie y le regalan unos enormes zapatos rojos con unos tacones y el chico interpreta The wall in my head. Tras estos dos primeros fragmentos, ya nos damos cuenta del gran talento que atesora el protagonista John McCrea como cantante y como bailarín. Pritti, su compañera árabe con la que se confiesa, le estimula y le insta a que no espere a mañana y sea feliz desde el día de hoy sin que le importe lo que le digan los demás (Spotlight).

La tienda de los vestidos secretos

Jamie visita una extravagante tienda, Victors Secret, donde su propietario le explica la leyenda de una famosa diva drag que más le convendría para empezar a transformarse en mujer. Margaret, su madre, discute con el padre del chico y vemos hasta qué punto no quiere saber nada de él. Es el momento en el que ella rememora su historia de amor (If I met myself again), un tema nostálgico en el que es acompañada por una pareja de danzarines que escenifican su relación.

El muchacho aún no sabe ni maquillarse y pide la ayuda de Pritti con la mala suerte de que la profesora les pilla en el lavabo juntos malinterpretando la situación y llevando a otro número coral con todos los alumnos (Work of art) . La primera parte acaba con Over the top que transcurre en el camerino de las drags y en el que Loco le presenta a Jamie a sus compañeras, tan excéntricas como ella. Durante estos primeros 78 minutos ha predominado la diversión, con constantes situaciones cómicas pero en la segunda mitad algo cambiará.

Una segunda parte más dramática

Tras una pausa de 20 minutos, la función se reanuda con el espectacular y pegadizo tema que da nombre al musical, Everybody’s talking about Jamie, juguetón y altamente energético. Imposible mantenerse quieto, todo el mundo sigue el ritmo con los pies. En Limited Edition, Jamie hace sus primeras pruebas con su nuevo vestuario, muestra sus dotes danzarinas y se luce tanto como Ray, la compañera de la madre. La siguiente escena empezará a cambiar el tono del montaje, cada vez más dramático.

Después de que la maestra le haya prohibido acudir a la noche de fiesta vestido de mujer, Pritti intenta animarle con la deliciosa It means beautiful mientras un globo terráqueo repleto de constelaciones destaca en el atrezzo de la habitación. La tristeza acaba de apoderarse del protagonista tras hablar con su padre y así llegamos a uno de los puntos álgidos, He’s my boy, el tema más emocionante, al borde de la lágrima, con una letra con la que se identificarán todas las madres (y los padres). “Es mi placer, mi dolor. Y tal vez romperá mi corazón… pero aún así es mi hijo”. Ovación atronadora. La respuesta de Jamie en forma de canción es otro fogonazo sentimental, My man, your boy en la que Margaret escucha lo que toda madre (o padre) quisiera oir. Ufff! Este tramo nos ha dejado noqueados…

Y llega la fiesta...

Menos mal que llegamos ya al desenlace y ahora todo se convierte en una fiesta con The prom song  y el tema final, Out of darkness (A place where we belong). Esta última hora ha sido un auténtico vaivén en el que todo alcanza su verdadero significado y muestra las aristas más complejas de la decisión del chico con el que te identificas fácilmente y sus últimos minutos más lúdicos nos hacen salir con una sonrisa dibujada en la boca. Un reparto sencillamente maravilloso en el que todos están a un nivel brillante y se contagia a la audiencia. Saldremos bailando… y hablando todos de Jamie, siempre con frases positivas.

        'Everybody's talking about Jamie'

Lugar: Barcelona (Arenas, Balmes, Bosque, Comedia, Gran Sarrià e Icaria, Castelldefels (Yelmo), Lleid (Principal), Sitges (Prado), Tarragona (Parc Central, Terrassa (Catalunya) y Valls (JCA).

Horarios: hoy, a las 20 horas en todos los cines.

Precio: de 8 a 15 euros, según la sala.

Más información: 

www.everybodystalkingaboutjamie.co.uk