ENTREVISTA

Albert Pla: "Todo es 'junts', 'carrers', 'lluita'... ¡Me importan un pito las calles!"

El músico y actor lleva el espectáculo 'Miedo' en la sala Barts y publica el disco con su banda sonora, cocinado a medias con Raül Fernández, Refree

Albert Pla. / ALBERT BERTRAN

Tras su estreno en el Grec, ‘Miedo’, de Albert Pla, se instala desde hoy hasta el domingo en la sala Barts, coincidiendo con la edición, este viernes, del disco del mismo título, firmado a medias por el cantautor de Sabadell y Raül Fernández, Refree. ‘Miedo’, primer disco de Pla en siete años, contiene once canciones de aspecto melodioso y letras inquietantes.

¿Cómo se le ocurrió hacer canciones sobre los miedos?

La idea original era hacer canciones para niños, pero a Raül [Fernández] y a mí se nos dispararon los miedos y ya nos dimos cuenta de que era cada vez más extremo para que fuera un disco para niños.

¿Un disco que pretendía ser una continuación de ‘Anem al llit?’ (2002)?

¡Me hubiese encantado! Pero en castellano no me salían canciones para niños. Aún no entiendo por qué. Llevo toda la vida intentándolo. En catalán me salen como churros, pero en castellano me cuesta más.

¿Y entonces por qué no hizo el disco en catalán?

La cosa se lió en Argentina y con el equipo de Mondongo ya quedó claro que lo haría en castellano. Es algo a lo que no doy ninguna importancia. No me doy cuenta hasta que me lo dice alguien: “Has hecho el disco en castellano”.

¿Cómo ha sido componer con Raül Refree?

Muy sencillo. Pero hemos llegado a un punto en que ya no sabemos qué es de quién. He perdido un poco el rastro. Judith [Farrés], como siempre, ha hecho de todo, y juntándolo con el espectáculo, con Mondongo, Nueveojos, Pepe Miravete…, la autoría al final ya no sabes de quién es.

A diferencia del sonido industrial de ‘Guerra’, aquí las canciones son plácidas, más cercanas a sus primeros discos. ¿Pensadas para poder interpretarlas a solas con la guitarra?

Sí, se trataba de hacerlo lo más sencillo posible. De los arreglos posibles siempre han acabado quedando los más simples.

El disco comienza hablando de la muerte, la madre de todos los miedos.

El espectáculo sigue la vida de una persona y acaba inevitablemente con la muerte, sí, la reina de los miedos.

Hay rastros del proyecto inicial de disco infantil: juguetes diabólicos, un ratoncito Pérez que acaba siendo un sádico, el circo con un payaso asesino…

Sí, es que yo creo que nunca dejan de existir esos miedos.

Algunas canciones se podrían interpretar en clave social: ‘Parque’, con ese niño tan amenazador, ¿es una llamada a la concienciación en torno al ‘bullying’?

No, ‘Parque’ la hice porque no hay miedo más terrible para un niño que enfrentarte a uno mayor que tú y que no estén tus padres para protegerte, a lo ‘primo Zumosol’. Ese niño le advierte: “Mataré a tus padres”, y esa sensación de que no quieres que tus padres vengan a salvarte porque también morirían es… Bueno, no sé si es un miedo mío o me lo han contado, porque hay muchos miedos que son robados.

"Quise eludir las cuestiones sociales. No me apetecía hablar de eso. Ya todo el mundo lo hace"

¿’Muñeca’ denuncia los abusos sexuales?

No, no, tampoco. Quise eludir las cuestiones sociales. No me apetecía hablar de eso. Ya lo hace todo el mundo. Llega un momento en que todo eso es tan invasivo que tenía ganas de hablar más de mis cosas, o de lo que me inventase sobre mí. Porque cuanto más hablas de ti más generalizas. Tuve la sensación de que al explicar miedos sociales no todo el mundo se podía identificar.

Al contrario de lo que podría parecer.

Sí, en cambio, al hablar de cosas que llevas dentro, que no te vienen de fuera, por una situación social o económica, o porque frecuentes unos ambientes u otros, es distinto.

¿Nos pasamos pretendiendo ver en cualquier detalle la metáfora de una causa colectiva?

Creo que sí. Me parece lo peor de todo. Cada vez estamos más todos por lo social y no nos queda demasiado tiempo para pensar en nuestras cosas. Todo eso te ocupa mucho, es muy invasivo. Tienes que reaccionar demasiadas veces a los estímulos que te vienen de fuera. Es muy exagerado, un exceso. Hablas con gente, con amigos, y es como si tuviesen una tele dentro. Y piensas: “A ver, hablemos de algo que no hayamos oído ya en la radio o en la televisión…” Cada vez damos menos espacio para las cosas que te preocupan a ti, y más para cosas que, cuando lo piensas, te dices: “¡Pero si yo no estaba preocupado por eso!”.

"En los festivales, al final los carteles eran del tipo: Almorranas, Verborrea Mental, Me Cago en Tus Muertos... y Albert Pla. Es divertido, ¿eh? Pero para hacerlo de vez en cuando"

Hablar del ‘nosotros’ está a la orden del día en la música popular.

Y ahora escuchas a los grupos catalanes y todo es “junts”, “carrers”, “lluita”… Hostia, tío, ¿qué “juntos”? ¿Qué “calles”…? ¡Me importan un pito las calles! Todo es muy ‘hooligan’. Es mi impresión.

Bien, hace unas semanas actuó en el Acústica de Figueres y al final salió a cantar Alfred, de ‘OT’, que, como es sabido, es un admirador de su libro ‘España de mierda’. ¿Cómo se conocieron?

Vino un día a comer a casa y ya está. Como artista no lo conozco lo suficiente, pero es un tío que es especial: sabe mucho de música, la vive. He escuchado la maqueta de su disco y, como todas las maquetas, es cojonuda. Sabe lo que quiere hacer y, sobre todo, me hace ilusión que sea un tío de 20 años. ¡Ya estoy hasta los huevos de “jóvenes” de 35 años! ¡Yo cuando hice el primer disco tenía 20 años! Y ahora oyes el disco de un tío de 35 y te dicen que es una joven promesa, y piensas: “'Aneu a cagar'”! Con todos esos grupos catalanes dices: “¡Tío, que tienes casi 40 años!”. ¡Hasta Txarango deben tener 30 años! Los únicos jóvenes que veo rajando son los chavales del rap. Y con Alfred, me conformo con que es joven. Ya parece una virtud hoy en día.

Cuando hace un concierto de grandes éxitos, la mayoría son de discos alejados en el tiempo. ¿Es más difícil para usted hacer ahora un ‘hit’?

Es que el ‘hit’ es una cosa generacional. Tengo ‘Bona nit (Juerga catalana)’, que es de hace poco. Pero yo ya he dejado de hacer conciertos como el de Figueres o el Viñarock. Me divierte cantar ‘Joaquín el necio’, etcétera, pero no le veo un futuro profesional. Y el tono en que te hacen cantar esas canciones, a la una de la madrugada, con gente borracha… Ese no es mi oficio. A mí me gusta ir a un lugar y explicar una historia, y si puede ser, que sea la primera vez que la escuchen. Y eso cada vez es más difícil.  Prefiero hacer ‘Miedo’, o ‘Guerra’, o ‘Somiatruites’, donde sabes que la gente está cómoda y te pueden escuchar en condiciones. En los festivales, al final los carteles eran del tipo: Almorranas, Verborrea Mental, Me Cago en tus Muertos, Tu Puta Madre… y Albert Pla. Es divertido, ¿eh? Pero para hacerlo un día, de vez en cuando.

Con su libro ‘España de mierda’ volvió a levantar iras a gran escala. ¿Está vetado actualmente en algunos ayuntamientos?

Sí, hombre, claro. Actualmente no, desde siempre. Ayuntamientos de todo tipo. Los políticos llegan al ayuntamiento y se piensan que es suyo y que, entre otras posesiones, tienen el teatro. Y programan a quien les parece que es un buen español o un buen artista.

"Venimos del rock'n'roll, donde lo de las subvenciones no es tan habitual. En el teatro es lo más normal: o estás con los sociatas o con los convergentes. A ver quién te da la pasta"

Van al circuito privado, entonces.

Claro, o alquilando locales públicos, y aun así te preguntan por qué vas. Eso jode, porque yo compito con el teatro subvencionado y con franquicias tipo ‘La bella y la bestia’. Porque venimos de rock’n’roll, donde lo de las subvenciones no es tan habitual. En el teatro es lo más normal: o estás con los sociatas o con los convergentes. A ver quién te da la pasta. No les entra en la cabeza que puedas ir a Bilbao con un caché o a taquilla. Pero, bueno, a mí me va la mar bien. No puedo quejarme. Pero, vamos, indigna que además se llamen “compañeros de profesión”. No, no, no, tú no eres compañero de profesión. Ves las compañías peleándose entre ellas para ver cuál recibe la subvención. ¡Yo no recibo nunca ninguna! No lo digo por hacerme el mártir, ¿eh? Es mi manera de trabajar. Y, claro, molesta cuando tu competencia directa, además, se queja. ¿Te quejas por no recibir la subvención? ¡Bienvenido al club! ¡Si es lo normal, trabajar sin subvención!

¿Qué le hacen sentir, íntimamente, los boicots?

Pereza, pereza. Me han echado de tantos sitios… “En este festival no tocarás nunca”. Y piensas: “Pero si tú dentro de dos años ya ni estarás aquí”. Hay estos mierdas que te van amenazando. Como cuando Botín dijo: “Mientras esté vivo, Catalunya nunca será independiente”. Y a los pocos días murió. Me parece un buen resumen.

En el ‘procés’ no se ha alineado con ningún bando.

Yo, es que a los políticos los pondría a todos en la cárcel. No solo a los que ya están, también a todos los demás.

"Los políticos son ladrones y mentirosos. No sé lo que tardará la gente en darse cuenta. Yo los conozco: en clase ya estaba el pelota asqueroso que se hacía delegado"

¿Es un ácrata?

No, creo que soy lógico. Si es muy fácil. Si Catalunya no es independiente es por culpa de los políticos, si la política se hace mal es por culpa suya. Creo que son ladrones y mentirosos. No sé lo que tardará la gente en darse cuenta. Yo estoy convencido. Porque los conozco: en clase ya estaba aquel tonto, el pelota asqueroso que era el que se hacía delegado. Cuando comencé a cantar y entré en Ariola ya sabía quién acabaría siendo director general. Ya ves quién acabará de director del Grec, y del Lliure, y de TV3… Es una enfermedad mental. Debería tratarse.

¿Es partidario de una revolución?

Me importa un pito. La gente que haga lo que quiera. No puedo cambiar la sociedad y me da igual. Yo no he cambiado. Pero pensaba que estaba solo. Y no, ahora veo que hay mucha más gente que no es monárquica, por ejemplo.

¿Votaría en un referéndum sobre monarquía o república?

Yo no votaría por nada. Si un político me dijera que fuera a votar, no lo haría.

¿Nihilismo, pues?

Yo creo que las escaleras de vecinos funcionan. Hay presidente, pero no sé por qué tiene que haberlo. No creo que sea antisocial pensar eso. El líder es quien estropea la revolución. La gente es quien la hace.

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