ENTREVISTA

Raphael: "El primero de la canción protesta fui yo"

El cantante de Linares regresa al Palau Sant Jordi con su gira 'Loco por cantar'

Raphael, en una actuación.

El disco ‘Infinitos bailes’ (2016), con canciones aportadas por autores del pop contemporáneo (como Bunbury, Dani Martín o Pablo López), ha dado un nuevo impulso a Raphael, de modo que su gira ‘Loco por cantar’ se prolonga este otoño y le trae de vuelta a Barcelona. Este viernes recala de nuevo en el Palau Sant Jordi con su repertorio de hitos de la canción melódica propia y ajena, que suma más de cinco décadas de trayectoria.

“55 años, 55 veces en Barcelona", dijo el año pasado en el Sant Jordi. ¿A por la 56ª, pues?

Sí, sí, una vez cada año. Hemos prolongado la gira por la demanda que había tanto en América como aquí. Y voy a seguir con ella: voy a París, a Londres, a Rusia…

Usted fue pionero entre los cantantes españoles en abrirse paso en Rusia.

Voy desde el año 1970, cuando España ni siquiera tenía relaciones diplomáticas. Siempre me ha ido muy bien allí. La gente rusa es muy romántica, tremendamente. No lo parece por la dureza del idioma, pero lo es. Como los griegos.

Hay una canción en su último disco, ‘Igual (Loco por cantar)’, de Diego Cantero, que ya parece un clásico. Ahí se retrata a sí mismo “con más dulzura que veneno, con algo de miedo, pero igual”. ¿A qué puede tener miedo Raphael?

Hombre, un ser humano está lleno de miedos y temores, pero sigo estando igual para afrontarlos.

Tras sufrir episodios críticos de salud como los que sufrió años atrás, ¿se siente más vulnerable?

Mi salud está a prueba de bomba, la verdad. Hacía muchísimos años que no me encontraba tan bien de todo, de fuerte, de ganas, con una ilusión tremenda.

Se suele elogiar lo “breve pero intenso”. Sus conciertos son intensos, sí, pero a la vez muy largos, dos horas y media o tres, y más de 30 canciones.

Son largos, sí, aunque al público no se lo debe parecer, porque siempre me pide una canción más. Yo trato de dar a entender que voy a terminar hacia las dos horas y media, lo que pasa es que el público a veces no está por la labor.

"El escenario es el mejor lugar del mundo. Allí no hay preocupaciones; solo la de estar bien"

¿El escenario es el mejor lugar del mundo?

Es el mejor lugar del mundo. Allí no hay preocupaciones; solo la de estar bien.

En los últimos tiempos le hemos visto en otros formatos, orquestal o con enfoque soul-funk. En esta gira hay un Raphael clásico y con cierto empaque rockero, guitarras ‘heavy’ incluidas. ¿Le ha interesado alguna vez el rock metalero?

¡A mí me interesa todo! Siempre y cuando yo me sienta cómodo, que es casi siempre… Cada año me ve en un formato distinto. Me encanta explorar cosas nuevas, me gusta variar y aprender cada día más. Y muy pronto vendrá otra cosa muy especial a la que estamos a punto de darle el carpetazo de salida.

¿Estamos hablando de un nuevo disco, una gira…?

Estoy hablando de un disco nuevo. Para este año. En noviembre habrá noticias. Lo grabé en agosto en Abbey Road, en Londres. Un disco superinteresantísimo.

¿En qué sentido?

Hasta noviembre no puedo decir más. ¡Universal no me deja! Pero en Barcelona haré algo de eso. Yo siempre estreno algo ante el público, para que vea por dónde van los tiros.

Esto de Abbey Road hace pensar en los Beatles.

A mí también me hace pensar en eso, sí (ríe).

Volviendo a sus conciertos, en contraste con ese punto ‘heavy’ hay un tramo acústico, con versiones de Francis Cabrel y Violeta Parra.

Eso es maravilloso, cuando me pongo a cantar solo con la guitarra me encanta. Se acordará de que hice una gira, ‘Cerca de ti’, que era todo a piano. Me la jugué bien, porque actuaba en escenarios como el Auditorio Nacional de México, con 10.000 personas, ¡solo con un piano! Un reto maravilloso, y fue tan el éxito que duró cuatro años.

A Violeta Parra se la reivindica últimamente por el lado feminista. ¿Qué le parece esa nueva ola del feminismo?

Me parece muy bien, porque yo soy de los muchísimos que creen que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre, exactamente igual. Hay cosas por arreglar todavía, aunque creo que estamos en el buen camino.

"'Digan lo que digan' es una canción protesta, totalmente, y fue un golazo, un éxito tremendo"

La política española está un tanto tensa, ¿no es partidario de tocar estos temas en sus canciones?

No, no, aunque, cuando empezó la canción protesta, el primero que protestó, con perdón, fui yo. ‘Digan lo que digan’ es una canción protesta, totalmente, y fue un golazo, un éxito tremendo. Y canciones sociales yo he cantado: por ejemplo, ‘Van a nacer dos niños’, que fue un éxito muy grande. Yo siempre estoy muy al loro, ¡muy en la onda! (ríe).

¿Contra qué protesta ‘Digan lo que digan’?

Hombre, es la primera canción que dice que hay mucho más de esto que de aquello, más cosas buenas que malas en el mundo. Yo no había oído nunca una letra así. En aquel momento las canciones no hablaban de eso. Hablaban de amor y punto pelota. Y mucho folclore, y muchas flores, y mucho cielo y mucho ‘sky’. Y mucho “nel blu, dipinto di blu”.

Comenzó en paralelo a cantautores como Serrat.

Sí, más o menos, y Pi de la Serra, y todos los que hubo.

Raimon, Llach… ¿Los siguió?

Sí, y a Ovidi Montllor. Era un muy auténtico. Como Serrat. Con Joan Manuel nos vemos de uvas a peras, pero le tengo un gran respeto y muchísimo cariño, y yo sé que él a mí también.

"En un mundo tan globalizado, las desuniones no las entiendo"

¿Ha pensado que una parte de su público del Palau Sant Jordi puede ser partidario de una Catalunya independiente, o de que se pueda votar sobre esta cuestión?

Yo pienso que España tiene que estar como estamos ahora, unida. Ese es mi pensamiento. Yo no soy un hombre entendido en eso, pero creo que todos debemos estar juntos para que nos vaya mejor. Hay una cosa que no entiendo: en un mundo tan globalizado, en el que hay que unirse para ser fuertes, las desuniones no las entiendo. Hacerse pequeñitos… Hay que unirse para poder luchar contra todas las dificultades. No desunirse y hacerse a trocitos. O vamos a volver a las cruzadas (ríe).

Pese a todo, su vínculo con Barcelona es muy estable.

Yo no he tenido nunca ningún problema en Barcelona. Siempre ha sido una ciudad abierta totalmente a lo mío, ya desde que tenía 14 años. Siempre ha estado ahí. Yo he estado todos los años en Barcelona, siempre con un éxito inmenso. Me siento muy querido.

El año que viene, más gira. ¿Esto no se acaba?

Se acaba esta gira y viene otra muy gorda.

Un contemporáneo suyo, Julio Iglesias, ha parado dos años y ahora vuelve a estar en marcha.

Sí, afortunadamente. Ya sabe, sus problemas de espalda y todo eso, del accidente que tuvo hace muchísimos años, que le da la lata y vuelve cuando menos se lo espera. Yo le deseo lo mejor. Estoy deseando verlo.

¿Cómo ve el futuro?

¡Pues clarísimo, mañana en Barcelona! Y pasado mañana, en Zaragoza. Y mientras yo esté como estoy, hecho un chaval… Hay un antes y un después de mi trasplante, y claro, eso se nota. Me pusieron un motor nuevo. Me siento, no mucho mejor, ¡insultántemente mejor!

Temas

Raphael