'Siempre juntos' es ante todo una historia de amor, pero una que mantiene el foco puesto no en una pasión romántica sino en las intensas emociones que una estoica madre siente por su extensa prole. Mientras hace avanzar la narración no tanto a través de una sucesión de acontecimientos como del fluir de sentimientos, el brasileño Gustavo Pizzi recrea con economía y precisión los ritmos caóticos de la cotidianidad en el ajado hogar. En el proceso, la película plantea cuestiones complejas sobre las relaciones entre padres e hijos con asombrosa simplicidad pero aun así evitando dar respuestas fáciles, y se erige en un seductor retrato del gozo y el dolor, y de la comedia y la tragedia, consustanciales a la vida en familia.