Un matrimonio acude a un intercambio de parejas con la intención de reactivar su pasión amorosa y se encontrará con un gurú del sexo (Hugo Silva) y una ninfómana desatada (Rossy de Palma). Es el punto de partida de la ópera prima de Ignacio Nacho, una película de base teatral y espíritu low cost en la que se suceden situaciones estrambóticas, diálogos imposibles y personajes al límite en un intento esforzado, aunque fallido, de componer una comedia ingeniosa y desinhibida llena de gags picarones y grotescos en medio de una atmósfera surrealista y bizarra. Se agradece el esfuerzo, pero la propuesta no termina de funcionar. Todo resulta demasiado impostado y ridículo, incluso chabacano, y eso a pesar de que los actores defienden con dignidad momentos tan freaks como una escena de cama entre Rossy disfrazada de legionaria y Pepón Nieto de carnero.