Proliferan en los últimos años las películas centradas en los responsables de recursos humanos de grandes empresas. Corporate es una de ellas, y está planteada con personalidad. Narra la progresiva toma de conciencia de la mujer que, siguiendo las directrices del director de la compañía, realiza el trabajo sucio: echar a los empleados sin llegar a despedirlos, convencerles de que se vayan para no tener que decirles que ya no son necesarios. Dura a ratos, más complaciente en otros. Pero eso no ensombrece los logros generales de otro filme sobre la perversión del capitalismo actual.