Los placeres gastronómicos y sexuales de 'El imperio de los sentidos' (Nagisa Oshima, 1976), el cachondeo del cristianismo de 'La vida de Brian' (Terry Jones, 1979), los patéticos terroristas de 'Four lions' (Chris Morris, 2009), las torturas y vejaciones de 'Cartas de amor a una monja portuguesa' (Jess Franco, 1977)... ¿Sería todo esto viable hoy? Quizá no. Quizá ningún productor ni director se animarían a rodar semejantes películas en mitad de esta ola de corrección política y moral (censura) que nos invade. Por eso, el portal de cine Filmin ha dedicado un apartado a cintas "que hoy serían delito". Lo pusieron en marcha hace unas semanas y, lamentablemente, sigue de actualidad teniendo en cuenta lo que ha pasado con el libro 'Fariña', el rapero Valtonyc y la obra de Santiago Sierra de ARCO.
“Hay una corriente de corrección que lo confunde todo. Se trata de arte o películas que te pueden gustar más o menos, pero que son lo que son: expresiones artísticas. El problema es que hay mucha gente que quiere poner su realidad en el arte”, explica Jaume Ripoll, uno de los fundadores de Filmin. En su opinión, vivimos tiempos confusos y no solo en España sino en otros países, donde en algunos museos se han llegado a retirar obras.
Dialogar con las instituciones
Ripoll está convencido de que el arte debe ser transgresor y debe hacer pensar al público. Debe ayudar a generar debate y a combatir la ola excesiva de corrección política. ¿Cómo? “Recordando el pasado y dialogando con las instituciones. Es tremendo pensar que hace 30 años, TVE emitía, por ejemplo, películas con violaciones que hoy serían inimaginables”, destaca. “Hemos llegado a unos límites en lo que hay gente que nos dictamina qué se puede ver o qué no. Y eso no lo podemos consentir”, explica el responsable de Filmin recordando la polémica ocurrida en el festival de San Sebastián con la película 'Fe de etarras'.
¿Algún director se animaría a mostrar hoy los deseos sexuales de los fascistas en la Italia de Mussolini de 1944, como hizo Pier Paolo Pasolini en 1976 en 'Salò o los 120 días de Sodoma'? ¿Cómo se reaccionaría hoy ante el visionado de los deformes, tullidos y amputados que inundan el circo de 'La parada de los monstruos' (Tod Browning, 1932)? Harto de la actual "corrección política talibán", Álex de la Iglesia está convencido de que una obra maestra como 'Grupo salvaje' (Sam Peckinpah, 1969) hoy tampoco se podría rodar. "Por la incorrección moral, política y por todo", sentencia el cineasta, que critica a los que confunden ficción con realidad. "Últimamente parece que tenemos que prohibir a Dickens porque en sus libros pegan a los niños", concluye.