El feminismo y los "hechos alternativos" protagonizan la feria de arte Frieze

Guillermo Ximenis

Centenares de galerías y marchantes participan desde de hoy en la feria Frieze de Londres, una cita clave en el mercado internacional del arte, que aspira a demostrar su vitalidad con secciones dedicadas al feminismo y los "hechos alternativos".

Dos grandes construcciones temporales en el céntrico Regent's Park de la capital británica acogen hasta el domingo Frieze London, la sección de la feria dedicada a artistas contemporáneos, y Frieze Masters, que agrupa la oferta de periodos anteriores, desde arte antiguo y medieval hasta obras del siglo XX.

Para preparar el terreno, la organización del certamen instaló ya en julio sobre la hierba del parque londinense 25 esculturas de creadores reconocidos como la polaca Magdalena Abakanowicz, el pakistaní Rasheed Araeen y el suizo Urs Fischer.

Frieze London agrupa este año más de 160 galerías de 31 países, algunas de ellas consagradas, como Gavin Brown's Enterprise (Nueva York) y Hauser & Wirth (Zúrich), y otras emergentes, como las latinoamericanas Instituto de Visión (Bogotá) y Revolver Galería (Lima).

"Frieze es un destino vital para el mundo del arte y un importante centro de distribución internacional", afirmó la directora del certamen, Victoria Siddall, que se mostró orgullosa de haber reunido en la capital británica a "las mejores galerías de todo el mundo".

En su edición número quince, la feria pone el foco en dos secciones especiales: Una dedicada al trabajo de "artistas feministas radicales" y otra al análisis del "arte en tiempos de hechos alternativos".

La especialista estadounidense Alison Gingeras ha seleccionado obras de nueve mujeres que desarrollaron su carrera en las décadas de 1970 y 1980 en torno a una iconografía sexual explícita.

En el marco de ese espacio dedicado al feminismo, la galería suiza Andrea Caratsch presenta diversas pinturas en las que Betty Tompkins propone "imágenes de sexo fotorrealistas" que "en su momento fueron rechazadas no solo por las instituciones conservadoras sino por un mundo del arte dominado por hombres".

La galería estadounidense Blum and Poe ofrece por su parte piezas en las que Penny Slinger utiliza una "estética radical" inspirada en los "collages" surrealistas con el objetivo de explorar su sexualidad.

"Esta sección especial de Frieze rinde homenaje a artistas que transgredieron las costumbres sexuales, las normas de género y la tiranía de la corrección política, que en su día fueron con frecuencia objetivo de la censura", señaló Gingeras.

La experta participará en una de las mesas redondas en las que se analizará el impacto de los llamados "hechos alternativos" en el mundo del arte, una serie de debates en los que también estarán presentes los creadores Dominique González-Foerster y Nástio Mosquito, entre otros.

Frieze Masters llega por su parte este año a la sexta edición con más de 130 galerías y una variada oferta, que incluye piezas arqueológicas, obras de arte tribal, óleos de maestros europeos del renacimiento y la ilustración, así como trabajos de artistas de vanguardia del siglo XX.

"Esta parte de la feria siempre ha sido un lugar repleto de yuxtaposiciones inesperadas y nuevos descubrimientos. Este año no es una excepción", describió la directora de Frieze.

Destaca, entre otras, la galería neoyorquina Michael Rosenfeld, que lleva a Londres trabajos de nueve artistas encuadrados en el movimiento "Black Arts", que enfatizó la relevancia de los creadores afroamericanos en Estados Unidos durante las décadas de 1960 y 1970.

Otros trabajos de algunos de esos creadores están expuestos hasta el 22 octubre en la exhibición de la prestigiosa Tate Modern de Londres "Sould of a Nation: Art in the Age of Black Power" ("El alma de una nación: Arte en la edad del poder negro").

Otros elementos destacados en Frieze Masters son las singulares piezas de bronce del antiguo Egipto que aporta Ariadne Galleries, los toros de terracota de unos 5.000 años de antigüedad que ofrece Rupert Wace y óleos de los maestros del siglo XVII Jacob Jordaens y Simon Luttichuys, que llegan de la mano de la galería holandesa Salomon Lilian.