Radiografía de una familia navarra rodada por el hijo mayor a partir de la progresiva toma de conciencia religiosa de sus miembros (re)convertidos al cristianismo. Todos los testimonios destacan por su sinceridad, espontaneidad y su sensación de sentirse un poco frikis en este mundo descreído por regalar una Biblia, rezar el rosario o confesarse. El realizador navarro David Arratíbel utiliza la excusa religiosa para provocar que se abran, compartan emociones que llevaban en silencio y dialoguen con él sobre un tema que solían llevar en la intimidad. La tensión inicial aparenta transformarse en alivio y comprensión mutua en la última escena musical