Situado en Polonia justo después de la caída del Muro de Berlín, este retrato de cuatro mujeres profundamente infelices que viven en el mismo bloque de apartamentos recurre a una narración fracturada en varias historias conectadas para hablar del fin del bloque soviético y de la frustración y el desencanto provocados por la irrupción de los valores occidentales. El trasfondo político, eso sí, se revela como un mero vehículo de fealdad humana. El director Tomasz Wasilewski se muestra más interesado en hundir a sus protagonistas por el lodo que en darnos la oportunidad de conocerlos, y por tanto su sufrimiento acaba conmoviéndonos tanto como contemplar reptiles en un terrario.