Mientras se acerca al general Reinhard Heydrich, uno de los nazis más siniestros, esta adaptación del best-seller de Laurent Binet no es capaz de decidir si quiere ser un 'biopic' o un thriller y por tanto decide ser ambas cosas: su primera parte retrata cómo Heydrich se convierte en monstruo; la segunda recrea el atentado que acabó con su vida en 1942 para hablar de la capacidad humana de resiliencia frente a la barbarie. Ofrecernos dos películas en una no solo impide al director Cédric Jimenez dotar a los personajes de consistencia; también priva de todo sentido del ritmo a un relato que, asimismo, aqueja el tipo de agarrotamiento propio de las reconstrucciones históricas pretendidamente académicas.