CANET ROCK

Canet Rock, a por los dos días de festival

El renacido certamen se plantea ampliar su oferta para celebrar la quinta edición del siglo XXI

Txarango cerraron el festival de madrugada / FERRAN SENDRA

Late fuerte y saludable el corazón del Canet Rock, que este sábado reunió a 22.000 personas en el mítico Pla d'en Sala. El festival de pop rock catalán consolida su apuesta después de agotar las 20.000 entradas puestas a la venta dos días antes de que se celebrase -hay que sumar 2.000 invitados-. "Un éxito espectacular", en palabras de Gemma Recoder, directora del renacido certamen, que este año celebraba su cuarta edición del siglo XXI. Para el quinto aniversario del Canet Rock, la organización ambiciona más. "Tenemos la intención de hacer una edición muy especial, porque celebraremos haber igualado las cuatro de los años 70 y superarlas", explicó la directora. Unas intenciones que pasan por hacer crecer el festival. Y es que el Canet Rock se plantea ampliar el certamen, ahora afianzado en un maratón de 12 horas de música ininterrumpida, para ir a por los dos días de festival. A falta de que todo encaje, que no es poco, la organización mantendrá la fórmula musical que ha estabilizado el Canet Rock gracias a haber atrapado al público más joven.

"Contamos con traer a los mejores grupos de la escena catalana actual, las grupos emergentes y las formaciones con novedades dicográficas", añadió Recoder. A pesar del éxito consolidado, la directora confirmó que no se plantean ampliar el aforo del Pla d'en Sala, limitado a 25.000 personas por razones de seguridad, cómodos como están con los 22.000 asistentes de este año. La organización también quiso destacar que no hubo que lamentar ningún incidente grave en una edición con fuertes medidas de seguridad por el delicado contexto actual. 

Así pues, Recoder celebró la salud del festival y de la escena catalana en general: "Tenemos una gran suerte del momento musical que pasa nuestro país y que nos permite traer grupos de gran calidad y estilos diferentes". El cartel de este año aglutinaba grandes nombres históricos del pop rock catalán, como Jarabe de Palo o Sopa de Cabra, y los más nuevos y consolidados, que hicieron crecer el ritmo de la noche hasta la salida del sol. Todos ellos presentan en el Canet Rock su versión más jaranera, copando de grandes éxitos su 'setlist',  para celebrar el primer fin de semana de julio la 'fiesta mayor de Catalunya', como llaman algunos al festival. La organización apuntó que "mientras el país conserve esta salud musical, no tiene sentido ir a buscar grupos de fuera". En anteriores ediciones habían pensado en poner en el cartel alguna banda extranjera con sentido de "afinidad política, quebequés, escocés...".

CANTERA Y FUTURO

Este año cerró el maratón Txarango, que aprovechó el río enérgico y combativo encauzado por los valencianos Zoo y ampliado por los infravalorados Itaca Band, aúpados por su melenudo batería Pol y la voz de Albert. Les siguieron Buhos y Doctor Prats, que cedieron el testigo final al grupo de Alguer Miquel (Txarango), que enamoró un año más al joven público del festival. 

Consolidado como está gracias a la apasionada y juvenil cantera de melómenos de la 'cançó', el Canet Rock mira con optimismo y esperanza el futuro tras los duros años del 21% de IVA y la crisis.  "El objetivo es que todo el mundo pueda venir, que los jóvenes puedan pagarselo", comentó la directora del festival. La cita del pop rock catalán volverá dentro de un año, y será especial.