Hay películas que se sitúan a la altura de sus limitaciones y que saben aceptarlas con humildad, sin estridencias ni falsas pretensiones. La ópera prima de Marga Melià es una pequeña película en formato 'low cost', muy amateur en la forma y modesta en el fondo, que intenta acercarse de una forma respetuosa a la crisis de los 30 sin sentar cátedra sobre el asunto, a través de una serie de personajes que se encuentran buscándose a sí mismos y que sueñan con cambiar de vida en un caloroso verano barcelonés. Referencias cinéfilas y literarias, un cierto aire afrancesado y ecos al primer Woody Allen en esta película sobre la toma de decisiones vitales que se beneficia de una atmósfera naturalista y un toque 'indie' personal que la redimen de contar una típica historia de amor intercultural.
Bittersweet days ★★★
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