'Fenómeno irrepetible' es una de esas expresiones que se emplean con ligereza y están justificadas solo en rarísimas ocasiones. Pues bien, Mecano fue un fenómeno irrepetible. Y lo fue porque las circunstancias de la industria musical han cambiado de un modo que hace imposible que algo así pueda volver a repetirse, pero también porque el país tiene ya poco que ver con aquella España de los años 80 que buscaba ansiosamente cualquier atisbo de modernidad al que aferrarse en masa a fin de sacudirse la caspa acumulada durante 40 años. El trío formado por José María y Nacho Cano y Ana Torroja se convirtió en la perfecta coartada pop para que millones de españoles se convencieran de que por fin habían dejado atrás un pasado impresentable y de que divertirse era una opción.

Ese proceso, lúcidamente teorizado por la escritora madrileña Grace Morales en el ensayo 'Mecano 82' (Lengua de Trapo), se concretó en seis discos de estudio y uno en directo que abarcaron toda una década (su debut homónimo se publicó en 1981 y el álbum de despedida, 'Aidalai', apareció en 1991). En 1998, el trío quiso reiniciar su actividad con un disco doble que incluía siete canciones inéditas, pero las decepcionantes ventas de 'Ana Jose Nacho' demostraron que Mecano era un grupo que pertenecía a los 80 (de igual modo que podría decirse que los 80 pertenecieron a Mecano) y propiciaron la disolución definitiva de la banda.

Todas esas grabaciones, más un DVD con los videoclips del trío, se reúnen en 'Mecano: la colección', una iniciativa que EL PERIÓDICO DE CATALUNYA pone en marcha a partir del 6 de mayo con el lanzamiento de la primera entrega, que incluye el cuarto álbum del grupo, 'Entre el cielo y el suelo', y la caja para almacenar todos los discos de la serie. Cada CD va acompañado de un libro de 64 páginas con abundante material gráfico y puede adquirirse junto con el diario a un precio de 6,95 euros.

FUSILAMIENTOS Y CHAMPÁN

La carrera de Mecano parecía ciencia ficción cuando el joven aspirante a cantautor José María Cano probaba suerte en concursos televisivos como 'Gente Joven' interpretando 'Al alba' de Luis Eduardo Aute junto a su apocada novia de entonces, Ana Torroja. Eso sucedía en 1979. En apenas dos años, la pareja -a la que se uniría Nacho, el hermano menor de José María- pasaría de cantar un himno dedicado a los últimos ejecutados por el franquismo a componer canciones sobre fiestas, champán, resacas y maquillaje. Bienvenidos a los años 80.

El desmesurado impacto comercial del álbum 'Mecano' (más de medio millón de copias vendidas que compensaron con creces la generosa inversión de CBS), sustentado en 'singles' clásicos del pop español como 'Hoy no me puedo levantar', 'Maquillaje' y 'Me colé en una fiesta', llevó a la discográfica a apremiar al trío para que entregara la continuación lo antes posible, lo que se tradujo en un disco precipitado e irregular, '¿Dónde está el país de las hadas?', cuyas ventas quedaron por debajo de lo esperado. Peor le fue a 'Ya viene el sol', tercera larga duración en el que el grupo madrileño buscó ensanchar sus horizontes artísticos sin que el gran público se decidiera a acompañarlo.

El gran pelotazo llegó con 'Entre el cielo y el suelo' (ver recuadro), que convirtió a Mecano en el fenómeno descomunal que hoy recordamos. Un fenómeno que adquirió dimensión internacional de la mano de su siguiente álbum, 'Descanso dominical', y quedó refrendado con 'Aidalai', su último trabajo verdaderamente relevante. La gira de presentación del disco, en el verano de 1992, coincidió con la Expo de Sevilla y los JJOO de Barcelona. Fue la última. El país estrenaba una época nueva y Mecano dejaba de ser necesario.