El tema en teoría predominante de este filme, la rivalidad entre los que han documentado a conciencia el Holocausto y aquellos que lo han negado sistemáticamente hasta el punto de obviar el odio de Hitler a los judíos y la existencia de los hornos crematorios, deriva poco a poco hacia un enfrentamiento entre las estrategias de la defensa y la de la fiscalía en el juicio que dirime las responsabilidades legales de dos representantes de cada tendencia. Es interesante el choque que propone el relato entre ética e historia, legalidad y razón, pero el desarrollo deriva en un drama algo convencional, aunque muy bien interpretado.