CITA CON LA HISTORIETA

Los aviones ya toman tierra en el Salón del Cómic

Un cazabombardero Texan, una avioneta Cessna y las réplicas de un Chato y un Monocoque llegan al recinto ferial, que abre sus puertas este jueves

Una gran exposición reflejará cómo el mundo de la viñeta ha dado testimonio de los momentos clave del siglo XX a través de la aviación

Llega el primer AT-6F Texan. Aviones ’reales’ para el Saló del Còmic. / JOAN CORTADELLAS

Aeropuerto de Sabadell. Lunes, siete y media de la mañana y siete húmedos grados. Aún faltan unas tres horas para que empiece a llover. Bajo un cielo plomizo, el Texanun cazabombardero biplaza de unos 9 metros de longitud, una hélice y unos 1.800 kilos de peso, fabricado en masa en Texas (de ahí el nombre) durante la segunda guerra mundial, ya está fuera del hangar. En la distancia corta impone tanto como los que surcaban los cielos de una Europa en llamas, tras servir de adiestramiento a los pilotos, en las 'Hazañas Bélicas' de Boixcar, en las aventuras de Steve Canyon (del maestro Milton CanniffSteve Canyon Milton Canniff) o en 'Diario de guerra' de Hugo Pratt.

JORDI OJEDA

Helicóptero UH-1 del Ejército de EEUU, que participó en la guerra de Vietnam, cedido por Xavier Monge, recién llegado al recinto del Salón del Cómic.

En un visto y no visto, una cuadrilla de siete operarios ya han desmontado las alas y las han cargado en un camión tras elevarlas con una grúa. Ahora queda levantar con unas poleas el resto del aparato, que lleva las insignias de la Fuerza Aérea estadounidense. Las ruedas del tren de aterrizaje se resisten a ser plegadas (la falta de uso, ya se sabe, pues a esta aeronave de fuselaje gris ya no la dejan volar); pero pronto el Texan se rinde: quizá alguien le ha contado por radio que durante la próxima semana vivirá cobijado en otro hangar, en Barcelona, donde le esperan las miradas asombradas de más de 100.000 amantes del tebeo y la compañía de otros cinco espectaculares colegas de los aires. Sí, quizá alguien -¿por qué no el ingeniero y profesor de la UB Jordi Ojeda?- le ha susurrado que será una de las estrellas del Salón del Cómic que este jueves abre de nuevo sus puertas.

DEL BARÓN ROJO A COREA

CARLOS PUERTA

El avión del Barón Rojo, visto por Carlos Puerta.

“Busqué entre los 400 cómics relacionados con el mundo de la aviación que tengo en casa y preseleccioné unas 1.000 imágenes. De entre ellas, elegí unas 80 viñetas para ser expuestas junto a los aviones”, señala Ojeda, comisario (junto a Carles Santamaria, director del Salón) de la muestra 'Cómics en vuelo', el gran reclamo de este año para introducir al público generalista en la historieta, que enseñará cómo dibujantes y guionistas han reflejado la épica y la aventura de volar, los combates aéreos o los bombardeos. “La historia de la aviación está marcada por los momentos clave del siglo XX de los que el cómic se ha hecho eco”. Y cita desde los pioneros a la primera guerra mundial –con el mito del Barón Rojo, dibujado por Carlos Puerta y, antes, por Joe Kubert y Bob Kanigher, o los combates aéreos de ‘El piloto del Edelweiss’, de Yann y Hugault-, la guerra civil –con el '¡No pasarán!' de Vittorio Giardino-, la segunda guerra mundial y hasta Vietnam y Corea.    

JOAN CORTADELLAS

El profesor de la UB Jordi Ojeda, comisario de la exposición 'Cómics en vuelo', del Salón del Cómic, ante el cazabombardero Texan, en el Aeropuerto de Sabadell, este lunes. 

Hubo quien se atrevió a insinuar la posibilidad de que alguno de los cinco aviones reales, o bien el helicóptero UH-1 de la Cruz Roja que se utilizó en salvamento en la guerra de Vietnam (como los de 'Viet-Song', de Manfred Sommer, protagonizado por el reportero de guerra Frank CappaManfred SommerFrank Cappa), llegara volando a través de las torres de Fira Montjuïc y aterrizara en la avenida Maria Cristina... Al final, el Texan (las alas en un camión, el fuselaje en otro) llegaba en un convoy por carretera junto a su compañera de aeropuerto, una avioneta Cessna blanca. “Este es un aparato que ha aparecido en muchísimos cómics, como los de Tintín o las aventuras del también reportero Lefranc, de Jacques Martin, o en 'Taxi', de Alfonso Font”, comenta Ojeda, mientras los camiones enfilan la avenida Paral·lel hasta la esquina de la calle Lleida tras desafiar, sin inmutarse y a morro descubierto, la lluvia que venía cayendo desde Sabadell. Y, como buen divulgador de la ciencia a través del cómic que es, añade: “es el modelo más popular y maniobrable, el aparato ligero más producido en la historia de la aviación, que se usa para aprender a volar en todo el mundo”.

Réplica de un Polikarpov I-15 o Chato, de la guerra civil, cedida por la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya (FPAC), que participará en el Salón del Cómic.

En seguida, ya en el recinto del Salón y bajo la inmensa carpa que acogerá la exposición en la plaza del Univers, rodeada de los pabellones del festival, los técnicos descargan el Texan y la Cessna y vuelven a colocarles las alas. En un rato llegarán el helicóptero de Vietnam y, desde el Prat, desmontadas por mecánicos jubilados voluntarios, dos réplicas de leyenda. La de un Chato, como se conocía popularmente al Polikarpov I-15, que los rusos enviaron al Gobierno de la República para hacer frente a los cazas italianos y alemanes de los sublevados de Franco durante la guerra civil. De los bombardeos de estos sobre Barcelona en 1938 han dejado testimonio dibujantes como Agustín Comotto en ‘155. Simón Radowitzky’Agustín Comotto, y Diego Olmos en Nuevas Hazañas Bélicas. Al Chato, con la bandera tricolor en la cola, lo muestran Gerardo Balsa en una trilogía aún inédita o José Pablo García, en su versión de 'La guerra civil española' de Paul PrestonJosé Pablo García

PRIMER AVIÓN CONSTRUIDO EN CATALUNYA

Réplica de un Monocoque Hedilla II, primer avión diseñado y construido en Catalunya y que realizó el primer vuelo entre Barcelona y Mallorca en 1916, cedido por la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya (FPAC), que participará en el Salón del Cómic.

También ‘aterrizará’ la répicla del primer avión construido en Catalunya, en 1915, un Monocoque Hedilla (en honor a su diseñador), avión que un año después hizo el primer vuelo Barcelona-Palma. “El pobre piloto llevaba boina en lugar de casco, no tenía cinturón de seguridad y mucho menos paracaídas -explica Ojeda-. Cruzó el mar sin ver ninguno de los tres barcos que, en caso de accidente, debían ayudarle. Y al llegar, debía aterrizar en la playa, pero había tanta gente esperándole que no pudo y tuvo que improvisar la peligrosa toma de tierra en un campo cercano. Era por un premio, 5.000 pesetas, una fortuna en la época, y se lo entregó el rey Alfonso XIII en persona. Un año después el piloto protagonizaba el primer accidente mortal de un avión en Catalunya. Se le paró el motor en vuelo”.    

Para el martes, junto con dos coches de bomberos de época, quedará el traslado y montaje de un MiG 15 soviético de la guerra de Corea. El Salón ya está a punto para despegar.

Volar no es solo cosa de hombres

Aunque históricamente el mundo de la aviación ha sido predominantemente masculino, Jordi Ojeda quiere destacar un puñado de cómics en los que las mujeres son protagonistas. Uno es la serie de ciencia ficción de la ingeniera y piloto Yoko Tsuno, de Roger Leloup, o January Jones, aviadora creada por Eric Heuvel. Ambientadas en la segunda guerra mundial, 'Las brujas de la noche', de Garth Ennis y Russ Braun, sobre un grupo real de aviadoras soviéticas, o la reciente ‘Angel Wings’, de Yann y Romain Hugault, protagonizada por Angela McCloud, que abastece a las tropas estadounidenses en Birmania, en 1944. Natacha, de François Walthéry y Gos, saga francobelga en la que aunque ella no pilota -es una azafata- se enfrenta a terroristas, espías o secuestradores de aviones.