CRÍTICA DE CINE

'Batman: La Lego película', modelo de conducta

¿Por qué no hacen así a partir de ahora todas las adaptaciones de los cómics de DC?

Tráiler de ’Batman: la Lego película’.  (2017) / periodico

'La Lego película' fue toda una sorpresa: lo que podría haber sido un mero producto diseñado para hacer caja resultó ser una comedia divertidísima e increíblemente original en su modo de celebrar su propio artificio. Como su título deja claro, 'Batman: la Lego película' repite la jugada, aunque incluyendo menos referencias al juguete que da sentido a la saga y aún más alusiones al mundo del cómic y la cultura pop. El resultado es muchísimo más elegante, espectacular, temáticamente rico, visualmente excitante y en última instancia disfrutable que cualquiera de las versiones del hombre-murciélago protagonizadas por Ben Affleck.

Esencialmente, 'Batman: la Lego película' nos presenta a un superhéroe irascible y narcisista cuyo mayúsculo ego solo es superado por su ridiculez, que da mala vida un Joker con serios problemas de autoestima -todo cuanto el villano quiere es que su némesis le odie como Dios manda- y al final debe afrontar una crisis tan inmensa que le exigirá comprender la importancia del trabajo en equipo.

En el proceso, la película es tan frenética que hace a su predecesora parecer una película de Lav Diaz en comparación: incluye acción y chistes suficientes para llenar cuatro películas. Correría el riesgo de resultar a ratos extenuante de no ser porque en todo momento compensa sus excesos a base de hilaridad. Y, además, supone todo un alivio para quienes llevan tiempo sintiéndose defraudados por todas esas adaptaciones de DC tan depresivas y sobre todo tan aburridas. ¿Por qué a partir de ahora no las hacen todas con bloques de Lego?

'Batman: La Lego película' ★★★★

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