Para contemplar las indignidades que sufren los soldados que regresan traumatizados a casa, Ang Lee ofrece fragmentos de personajes y sucesos que no construyen nada: el resultado es inepto como sátira e inerte como drama pese a caer en sentimentalismos. Quizá Lee se dejó distraer por la tecnología: para que 'Billy Lynn' fuera más inmersiva la rodó a 120 fotogramas por segundo y con resolución 4K, sin tener en cuenta que solo 5 cines en el mundo soportan ese formato y que, a veces, nada hay tan inmersivo como una narración competente.