No hay una excusa clara para que Godzilla regrese al cine japonés como si la hubo en su aparición en 1954, con los efectos devastadores de la bomba atómica. Pero el mundo tampoco ha cambiado tanto, y lo que hace Shin Godzilla es utilizar a la criatura como pretexto para un retrato, no exento de humor, sobre el poder político y el aparato de estado, sobre la democracia y la burocracia. Hay algo naif en las primeras apariciones de Godzilla, pero el filme toma cuerpo poco a poco como algo más que un saludable divertimento fantástico.
CRÍTICA DE CINE
'Shin Godzilla', monstruos y burocracia
Hideaki Anno y Shinji Higuchi se ayudan de la mítica criatura para retratar, en algunos momentos con humor, el poder político y el aparato del estado
Tráiler de ’Shin Godzilla’. (2016) /
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